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4 - New Hometown (Nuevo Hogar)
Had a Lover
She felt as good as trees
And you can ask her if its pleasing
You can ask the wind to blow
Sonreía inconscientemente, porque además de él, nunca conoció a nadie que le gustara esa canción de una forma en volverla su favorita, inclusive recordaba como a Graciela tampoco le gustó tanto y por eso le causaba rareza que la pusiera siempre, tanto así que hizo que Alanis la amara.
El fin de semana no fue todo flores y colores, el domingo tuvieron que volver a ir al aeropuerto para resolver los problemas técnicos de algunos de los aviones que debían partir hacia Europa en los días próximos; apenas tuvo un momento libre se encaminó hacia la oficina de su jefe, Jonnhy Collins, tocando la puerta.
─Adelante.
El señor de mediana edad sin ningún tipo de cabello, lo miraba de reojo por encima de sus lentes.
─Alan─ Le sonrió de medio lado indicándole que se acercara hacia el asiento que tenía en frente. ─Toma asiento, justo quería hablar contigo.
La oficina de su jefe estaba llena de estantes de libros, la mayoría textos educativos de temática de aviones, dejando el escritorio casi en el fondo y en centro, había una única ventana detrás del escritorio que daba hacia la pista; Alan se sentó donde este le indicó para escucharlo atentamente.
─El trabajo acá en Nueva York está casi listo, en realidad creo que mañana por la mañana pueden todos tomar sus aviones a casa─ El tono alegre con el que lo decía denotaba sus deseos de que esas fueran buenas noticias.
─Justamente de eso quería hablarle señor; he estado pensando en mudarme a New York, Texas ya no tiene mucho más que ofrecerme y si dice que mañana debemos partir yo puedo correr con los gastos del hotel hasta que consiga un lugar donde quedarme.
─¡Maravillosa noticia! Seria mucho mas fácil informarte de las cosas si vivieras acá, ciertamente, pero tienes toda la razón en que la empresa no puede estar regalando días de hotel, y menos en ese hotel tan costoso, lo lamento.
─No se preocupe por eso, puedo hacerme cargo un par de días. ¿Quizás conoce de algún lugar donde pueda alquilar un departamento? ¿O debería hacerlo a la vieja escuela y buscar inmobiliarias?
─Ahora que lo mencionas, tengo un conocido que está rentando un pequeño apartamento en Manhattan, podría servirte, mira te paso su número de teléfono.
Jonnhy tomó un lápiz y en una de sus tarjetas de presentación, que tenía sobre la mesa, le anotó el número y la dirección para que averiguara si le funcionaba.
─Muchas gracias Jonn, de verdad aprecio lo que estás haciendo por mi.
─No te preocupes Alan, eres parte de la familia, tantos años trabajando juntos, es lo menos que podría hacer; ahora si me haces el favor y le avisas a tu equipo del viaje de mañana, durante la noche les llegará el correo con los boletos de avión.
─Por supuesto─ Finalizó Alan para levantarse del asiento y tomar dirección nuevamente hacia donde estaba el equipo.
Les dio la información que debía, la única que realmente le afectaba aquello era a Samantha que desde que había empezado con Bowy la relación a larga distancia se hacía cada vez más complicada.
No perdió tiempo en llamar al contacto que su jefe le proporcionó para ver el departamento, el cual le dijo que por ser domingo podría mostrárselo esa misma tarde. Acordando la hora y el lugar para encontrarse con el.
Cerca del área costera de Manhattan, había una zona residencial que anteriormente funcionaba como bodegas, y se habían reformado ante la creciente demanda poblacional hacia años atrás.
Un señor que aparentaba tener la misma edad que Jonnhy, lo recibió para mostrarle el departamento.
─Es una buena locación ya que tiene zonas comerciales e industriales cerca, no será el centro de la ciudad pero igual es beneficioso─ Comenzó el señor luego de presentarse queriendo claramente terminar la venta ese mismo día.
Abrió las puertas para encontrarse con unas escaleras que lo llevaron hacia un segundo piso, al entrar observó todo el entorno en lo que fue una cámara lenta; claramente había sido una bodega en otros tiempos porque era un departamento tipo estudio con un techo muy alto y ventanales rudimentarios por donde se mirara, las áreas estaban separadas con biombos, a excepción del baño que si tenía unas paredes para privatizarlo, pero tenía todo lo necesario para hacerlo habitable.
─¿Y que le parece?
─¿Que clase de reformaciones puedo hacerle al departamento?
─ Si lo desea puede colocar de las paredes falsas para separar los espacios, o cambiarle el color de pared, lo que me interesa es que cuando se vaya de acá me lo deje exactamente como lo encontró.
Alan lo pensó un par de minutos caminando por el lugar, mirando por el ventanal hacia la calle, pasando las manos por las encimeras del área de la cocina. Volvió a mirar al señor.
─Tiene un trato─ fue lo último que dijo antes de estrechar la mano para cerrar la venta.
Paso lo que quedaba del día yendo hacia el hotel a hacer su maleta y a despedirse de sus amigos que tenían que volar el día siguiente, para luego tener su última noche en aquella habitación de hotel y quedarse en vela revisando diferentes páginas web en su laptop.
Uno de los primeros sitios que buscó fue de decoración, tenía un nuevo departamento que debía amoblar, así como también buscó “¿Que hacer?” cerca de la nueva zona donde iba a vivir, para finalizar la noche con el amanecer y él buscando sobre deudas.
Nunca fue a dormir, si no que se tomó una ducha para espabilarse y bajo a desayunar con su maleta en mano. Un café y un croaissant habían sido la elección para mantenerse despierto lo que quedaba de las horas, tomó un taxi hasta su nuevo departamento para dejar la maleta y salir inmediatamente hacia un banco.
El tiempo dentro se hizo eterno, 4 horas consecutivas entre papeleos y firmas de diferentes índoles, ¿porque los trámites burocráticos tenían que ser tan extensos? Salió totalmente dispuesto a tomar un almuerzo que mereciera la pena y detenerse en un carrito ambulante para comer un hot dog. Si, realmente valió la pena.
Su cuerpo estaba cayendo casi en el piso pero no tenía ninguna cama a la que llegar para dormir, así que supuso que ese era el siguiente paso a tomar e ir a conseguirse una. Justo al lado del banco había un centro comercial donde una de las tiendas por departamento exponían una serie de camas para todos los gustos, empezó a probar una por una hasta que encontró una en la que casi se queda dormido y decidió que esa era la correcta, por suerte no era una persona indecisa así que tomar elecciones rápidas era su fuerte.
La instalación fue dejada en segundo plano, colocó el colchón en el suelo del nuevo departamento y se lanzó en este para tomar una siesta que duró hasta el día siguiente.
Cuando despertó ese Martes, tenía 5 llamadas perdidas de un número desconocido, repicó nuevamente para ver quien podría ser.
─Buenos Días, Bufete de Abogados Lion, en qué puedo ayudarlo─ la voz de una chica se coló por el auricular, provocando que Alan separara el teléfono del oído y volviera a mirar el numero extraño.
─Si, buenas, tengo 5 llamadas perdidas de este número.
─¿Señor Alan Jouvet?
─Si, para que quiere un bufete contactarse conmigo.
─Oh, por fin apareció, llamo en nombre del Doctor Patrick Lion, al parecer dejo sus datos de contacto en el banco ayer─ Los ojos se le abrieron y una media sonrisa se le formó en el rostro.
─Eso fue rápido.
─El banco nos avisó inmediatamente pero tuvimos que verificar una serie de información con el mismo antes de ser capaces de contactarlo, le transfiero al doctor.
Puso el teléfono en altavoz y fue al baño para echarse un poco de agua en la cara y terminar de despertarse.
─¿Sr Jouvet? ¿Sigue allí?─ Ahora una voz masculina quien estaba hablando por el auricular logrando que el chico retirara el altavoz y volviera a su oído.
─Si─ Respondió cortamente terminando de cepillarse los dientes.
─Me alegro de haber podido contactarlo, mi nombre es Patrick Lion y soy el abogado de The Hometown, seguro sabe del local que estoy hablando.
─Si, ¿Porque no va al grano?
─Si, por supuesto, queremos saber porque ha pagado la deuda que tiene el bar y que espera obtener a cambio de eso─ El tono de voz se había vuelto más serio e inclusive pudo decir que algo agresivo.
─Le tengo mucho cariño a ese bar y si puedo ayudar a que siga abierto, lo voy a hacer.
─Señor, era una deuda de cien mil dólares, discúlpeme si no me puedo creer que lo hizo de buena fe.
─Pues lo hice, no quiero nada a cambio, así que ¿De nada? y si me disculpa tengo que tomar una ducha─ Y le colgó.
No esperaba que el contacto fuera tan rápido, pero debía suponer que pagar una deuda de tan alta cantidad sería alarmante para el banco y para todo el mundo, recordó como en el mismo le tomaron muchas pruebas de identidad para estar seguros de que no había robado la de nadie o que estaba robando el dinero de alguien más y claramente tuvo que dejar todos sus números de contacto así como su dirección, estrenando aquella que ahora había adquirido.
Se enrolló la toalla en la cintura cuando un estruendoso golpe resonó en el departamento alertándolo un poco. Paró por un minuto para volver a manifestarse, se asomó un poco por el ventanal para ver como en la puerta que daban a la escaleras estaba alguien tocando fuertemente.
Seriamente debía poner un timbre.
Bajo hacia la puerta, para al abrirla, encontrarse con una Graciela con los brazos cruzados y moviendo el pie impaciente.
─¿Me puedes explicar qué rayos has hecho Alan?
Ese era el encuentro que más le asustaba de lo que había hecho…
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Buen capitulo amiga, un gusto verte de nuevo. Saludos espero que estes bien.
Graciela: You can't do this, is against the rules!!!!
Alan:
Oh shit! rolo de lío en el que se metió Alan por andar creyendo que todo se resuelve con dinero jajaja fue épico, pero aaaaaaaaaa necesito respuestaaaaaaaaas