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Rapunzel una vida de irresponsabilidades.
En el edificio principal de la calle más popular, en el último piso estaba la morada de Rapunzel y su madre, esta muchacha de larga cabellera dorada era un verdadero dolor de muelas para la mujer, nunca la escuchaba y se creía de la realeza.
Caprichosa, mentirosa, vanidosa y poco tolerante con los esfuerzos de su madre, siempre malhumorada pedía y pedía más cosas, era compradora compulsiva y lo que veía lo quería aunque no le hiciera falta, acumulaba ropa y zapatos para aparentar la vida que no tenía.
Una muchacha modernista del siglo 21, la moda, farándula y el glamour eran su lema favorito, siempre vestida de costosa ropa de temporada al igual que su calzado, los tacones eran lo suyo y adoraba sus channel rojos con destellos de brillo.
Rapunzel salía de fiesta cada fin de semana, el estudio y el esfuerzo no estaban en su léxico, para ella la vida era la diversión absoluta y ante todo despertar admiración entre su séquito de amigas y sus galanes de paso.
Esta muchacha inescrupulosa se sentía atrapada en su departamento, al estar en el último piso lo atribuía a una torre y esperaba cada día que algún joven heredero se prendara en su figura y la llevara con él, así su destino de futuro trabajo sería cambiado y escaparía del dragón (su madre) ya que estaba cansada de las quejas que siempre le replicaba.
En una de sus salidas a la discoteca conoció a un muchacho bastante atractivo, Rapunzel se acercó a él de forma cadenciosa y picaresca, su baile promiscuo llamó la atención del muchacho, Rapunzel se estaba ofreciendo sin tapujos solo por cambiar su estatus social, no le importaba el peligro si sentía que sacaría provecho de algún modo.
Entre baile y baile afloraron los besos, aquellos cada vez fueron subiendo de tono hasta que terminaron en la habitación de un hotel, desbordados en la lujuria Rapunzel y su príncipe retozaban en una cama de sábanas de seda, la muchacha interesada veía todo a su alrededor mientras imaginaba los lujos que este joven le traería, en su mente veía la escena de su futura vida de casada como gran dama de sociedad.
Continuaron viéndose cada tarde, y de mismo modo terminaban en el mismo cuarto, las noches de pasión ya no eran suficientes y también por las tardes tenían sus encuentros fortuitos, la muchacha sentía que su propósito cada vez estaba más cercano y trabaja de forma fina y delicada, cada vez atrapando más a este muchacho que según ella sería su boleto a la felicidad absoluta.
Rapunzel comenzó a sentirse mal, las náuseas y mareos ya eran notorios y su pobre madre lloraba en la cocina cada vez que la escuchaba vomitar en el baño, pensaba la pobre que el futuro de su hija se vería truncado de la misma forma que le ocurrió a ella, sentía que la vida repetía el mismo destino y ya no podía hacer nada para evitarlo, su hija había cometido errores y en su interior esperaba que se hiciera responsable y sentará esa loca cabeza.
Rapunzel con la incertidumbre compró un test en la farmacia y arrojó un rotundo positivo, la codiciosa muchacha saltaba en un pie ya que sentía que con esto atraparla al muchacho y se convertiría en la flamante esposa del heredero de la cadena de hoteles, sentía que ganaba la lotería y reía de forma burlesca, se jactaba de su victoria ante la miserable vida que le había tocado vivir.
Al encontrarse con el guapo muchacho nuevamente en la misma habitación le comunicó la nueva noticia, esperaba ella una reacción de felicidad de parte del joven, para su desgracia no fue así, él la miraba mientras le decía tajantemente que ese bebé no era suyo, Rapunzel insistía en que si lo era y que si no se hacía responsable le diría a su padre, el supuesto heredero solo se río de forma burlesca, en eso se habría la puerta de la habitación, era el conserje del hotel que buscaba al botones por todos lados.
El supuesto príncipe era el botones del lujoso hotel y hacía gala de su figura para embaucar a las jóvenes codiciosas. Rapunzel pasó de ser la jugadora a ser con la que jugaban, su ego se vio por el suelo y se fue indignada, maldecía a todo el que se cruzaba con ella, gritaba de ira mientras pensaba en que haría con aquel bebé que no quería.
Llegó a su casa y le dijo a su madre, obviamente está le brindó su apoyo, pensó de ilógica forma que su hija cambiaría su forma de ser , pasaron los meses y el vientre de Rapunzel se hizo enorme, no tendría un bebé, menos tendría dos, la joven esperaba trillizos y esa noticia la devastó, ¿que haría con tres bebés?, que seria de su vida, juventud y belleza.
Estando casi en la miseria Rapunzel fué a una peluquería y vendió su larga cabellera, esa tan dorada como el sol y tan suave como la seda, su orgullo ante todos y aquella de la que se jactaba ante todo el mundo, fue su cabello rubio y lacio el que trajo el dinero al hogar, con eso pudieron subsistir hasta que llegó el día en que sus bebés nacieron.
Rapunzel agobiada con tres pequeños no lo soporto más, los llantos de día y noche la mantenían en gran desesperación, añoraba sus días de fiesta y ser admirada entre todos los hombres que la veían bailar y en una noche de ahogo le dejó una nota a su madre, aquella noche la muchacha de apenas 17 años huía de sus responsabilidades y se lanzaba a la vida fácil, esa que tanto le gustaba.
Su madre no la busco y se dedicó a sus tres nietos a los cuales llamó John, Jack y Jim mientras que de Rapunzel no supo jamás, la abuela al crecer los niños les contó la verdad de su madre, sentía que debía hacerlo ya que mentirles sería peor para su futuro, los muchachos se hicieron jóvenes de bien y eran el orgullo de su madre abuela.
Al pasar los años y los muchachos ya adultos entristecidos volvían de sepultar a su madre abuela y a lo lejos en la esquina veían a una destruida mujer de larga cabellera llamada Rapunzel.
Se había ganado su fama por convertirse en prostituta y saltar de cama en cama, ahora ya nadie la quería, por esos insanos trabajos se había contagiado y sus hijos a lo lejos la observan y lloraban por aquella mujer que los abandonó y por codicia se destruyó.
Si gustan participar ingresen al siguiente enlace, los esperamos.
Para mí participación de esta semana escogí el cuento RAPUNZEL y en base a este hice mi adaptación modernista.
Gracias a los amigos de @fuerza-hispana y @alebrijes por esta dinámica que nos hace crear.
Muy buena historia.
Muchas gracias @fuerza-hispana
Muchas gracias por su apoyo amigos @mayvileros
Siempre a la orden cariño.
Toda una vuelta a la historia mi querida @issymarie.
Así es @sacra97, esta Rapunzel no tiene nada de la dulce jovencita del cuento.
Enhorabuena, su "post" ha sido "up-voted" por @dsc-r2cornell, que es la "cuenta curating" de la Comunidad de la Discordia de @R2cornell.
Tremenda historia amiga , ahijada @issymarie, quedé agotada. Felicitaciones digna de usted encantadora historia
Una Rapunzel nada que ver con la que todos conocemos querida madrina y amiga @lisfabian