Versión en español
La esperanza en las estrellas fugaces
Ella está completamente absorta contemplando el cielo despejado e inmensamente estrellado. Un espectáculo imposible de observar desde el apartamento en la gran ciudad. Siente nostalgia, una gran soledad la embarga en aquella casa de playa. Sentada en el porche con las luces apagadas frente al mar reflexiona sobre su corta vida, mientras su anfitriona y benefactora está recostada en la cama luego de disfrutar de las olas del mar durante un caluroso día de verano.
Una estrella fugaz cruza el firmamento, ella se apresura y cierra los ojos pidiendo con fervor desde lo profundo de su ser, el cese de la pandemia y por el bienestar de quienes ama. Aunque joven, el sentimiento altruista le acompaña desde niña y actúa en consecuencia, no obstante, olvida pedir algo concreto para sí.
Los recuerdos felices se alternan con situaciones desagradables al compás del titilar de las lejanas estrellas que iluminan con todo esplendor la bóveda sobre su cabeza. Siente una paz, la música del oleaje y la brisa se combinan armónicamente relajándola. Ella ve la esterilla al lado de la silla, y sin pensarlo se recuesta boca arriba sobre ella.
Es muy afortunada, otra estrella fugaz sale a su encuentro. Vuelve a cerrar los ojos, esta vez pide por el cambio en la actitud de quienes le han hecho daño en el pasado cercano. Cae en cuenta, que no pedido nada para ella. Años atrás, ella hubiera deseado tantas cosas, pero ahora es consciente que no las necesita.
Los músculos se aflojan, el cansancio la relaja en forma paulatina, sin a penas notarlo, se ve a sí misma trasladada en tiempo y espacio a un gran salón, donde está reunida con quienes ama y no ha visto en años en virtud del cierre de las fronteras por culpa del detestable enemigo microscópico. Es feliz.
Sonríe mientras despierta, acaba de tener un sueño lúcido. Repentinamente, observa otra estrella fugaz, está maravillada, es primera vez que ve tantas de ellas tan seguidas. Esta tiene una mayor luminosidad, así que vuelve a cerrar los ojos, pide con humildad el cumplimiento del sueño que tuvo momentos, ante quien domina el firmamento y toda la existencia.
Entra en la casa con cuidado de no despertar a su amiga, se acuesta en la cama maravillada y feliz, no cree en casualidades. Desde el cielo recibió respuestas luminosas a plegarias improvisadas cuando más lo necesitaba.
Fin
Una micro ficción original de @janaveda
English version
Hope in the shooting stars
She is completely absorbed in contemplating the clear and immensely starry sky. A spectacle is impossible to observe from the apartment in the big city. She feels nostalgic, a great loneliness seizes her in that beach house. Sitting on the porch with the lights off facing the sea, she reflects on her short life, while her hostess and benefactress are lying in bed after enjoying the waves of the sea on a hot summer day.
A shooting star crosses the sky, she hurries and closes her eyes fervently asking from the depths of her being, the cessation of the pandemic, and for the well-being of those she loves. Although young, the altruistic feeling has accompanied her since she was a child and she acts accordingly, however, she forgets to ask for something concrete for herself.
The happy memories alternate with unpleasant situations to the beat of the twinkling of the distant stars that illuminate the vault above her head magnificently. Feel peace, the music of the waves and the breeze harmonically combine to relax her. She sees the mat next to the chair, and without thinking lies face upon it.
She is very lucky, another shooting star comes out to meet her. She closes her eyes again, this time asking for a change in the attitude of those who have hurt her in the near past. She realizes that I didn't ask for anything for her. Years ago, she would have wanted so many things, but now she is aware that she does not need them.
The muscles loosen, fatigue gradually relaxes her, without hardly noticing it, she sees herself transferred in time and space to a large room, where she is reunited with those she loves and has not seen in years by the closure of the borders because of the detestable microscopic enemy. Is happy.
Smile as you wake up, you just had a lucid dream. Suddenly, she sees another shooting star, she is amazed, it is the first time she has seen so many of them so often. It has a greater luminosity, so he closes his eyes again, humbly asks for the fulfillment of the dream that he had moments before, before who dominates the sky and all of existence.
She enters the house being careful not to wake her friend, she lies down in bed amazed and happy, she does not believe in coincidences. From heaven, she received luminous answers to impromptu prayers when she needed it most.
The end
An original drabble by @janaveda