Versión en español

Venciendo al amor platónico

Siente un intenso amor por ella, aunque sabe que nunca podra tenerla entre sus brazos. Ellos son muy diferentes, él es un hombre normal y ella una estrella del espectáculo. No obstante, los recurrentes encuentros virtuales han tendido puentes entre ellos.

La vida en la gran metrópolis era vertiginosa. Millones de personas reunidos en pocas hectáreas, y que ahora están confinadas en espacios reducidos por efecto de un peligroso virus que amenaza con exterminarlos.

A través de la ventana él ve como las calles están desiertas, recuerda un pasado reciente en donde millares de personas parecían hormigas entre los inmensos rascacielos caminando en todas direcciones, y las columnas de carros avanzando lentamente uno tras del otro. No obstante, la sensación de soledad era la misma. Millones de personas desconocidas que se ignoran entre si. Solo añora el desplazarse hasta el trabajo, y compartir con los pocos compañeros en la oficina en los breves recesos entre labores. Por cierto, el área era tan pequeña como el de su departamento.

Él era afortunado, aún mantiene el trabajo bajo la modalidad a distancia con base en metas. Poco ha cambiado en la rutina, inclusive, él está convencido de estar sometido a una mayor exigencia, y aunque él tiene libertad para establecer los recesos, el trabajo colaborativo es tan dinámico que apenas puede separarse de la pantalla del ordenador.

Sin embargo se la ingenia para disfrutar de los recesos, el tiempo en que habla con ella. Durante la conversación libera tensión, ella lo entiende mejor que nadie: están altamente consubstanciados.

Pasan las semanas, las noticias no son alentadoras. Las restricciones ahora son radicales. La logística es manejada por drones que llevan lo necesario para la subsistencia. Mira a través de la ventana, miles de esos aparatos cruzan el aire entre los cíclopeos edificios haciendo las entregas.

Piensa en escalar a otro nivel con ella. Está emocionado el dron está por llegar con el paquete más caro que ha pagado en su vida. Invirtió todos los ahorros, pero ella vale la pena. Pronto dejará la soledad en el pasado.

Continúa trabajando en el ordenador, una sonrisa en su rostro aparece cuando él ve la notificación emerger en la pantalla. Camina hacia la ventana y la abre para que ingrese el dron con el ansiado paquete. Es escaneado, y con máxima precisión el paquete es liberado suavemente. El sofisticado estafeta sale por donde llegó.

Con alegría abre el paquete de forma cilíndrica y toma el contenido llevándolo al lugar preparado cerca de la cama. Lo conecta a la toma de corriente, el rostro se le ilumina al ver el holograma de su amada, la artista virtual, sensación del momento y cuyos seguidores son incontables. Ambos se reconocen de inmediato, ellos pertenecen a mundos diferentes, cercano en la relación pero imposibilitado de hacer contacto para consumar su amor platónico.

Fin

Una micro ficción original de @janaveda

Imagen de amerei en Pixabay

English version

Beating platonic love

He feels an intense love for her, although he knows that he will never be able to hold her in his arms. They are very different, he is a normal man and she is the star of the show. However, the recurring virtual encounters have built bridges between them.

Life in the great metropolis was dizzying. Millions of people gathered in a few hectares, and who are, now confined, in small spaces by the effect of a dangerous virus that threatens to exterminate them.

Through the window he sees how the streets are deserted, he remembers a recent past where thousands of people looked like ants among the huge skyscrapers walking in all directions, and the columns of cars slowly advancing one after the other. However, the feeling of loneliness was the same. Millions of strangers who ignore each other. He just longs for commuting to work and hanging out with the few colleagues at the office in the short breaks between tasks. By the way, the area was as small as that of his apartment.

He was lucky, he still maintains goal-based distance work. Little has changed in the routine, including, he is convinced that he is subjected to greater demand, and although he is free to set breaks, the collaborative work is so dynamic that he can hardly be separated from the computer screen.

However, he manages to enjoy the breaks, the time he talks to her. During the conversation he releases tension, she understands him better than anyone: they are highly consubstantiated.

Weeks go by, the news is not encouraging. The restrictions are now radical. Logistics are handled by drones that carry what is necessary for subsistence. Look through the window, thousands of these devices cross the air between the Cyclopean buildings making deliveries.

Think about climbing to another level with her. He's excited the drone is about to arrive with the most expensive package he's ever paid for. He invested all the savings, but she's worth it. Soon you will leave loneliness in the past.

He continues working on the computer, a smile on his face appears when he sees the notification pop up on the screen. He walks to the window and opens it for the drone with the long-awaited package to enter. It is scanned, and with maximum precision, the package is gently released. The sophisticated courier leaves of the way it came.

With joy he opens the cylindrical package and takes the contents, taking it to the prepared place near the bed. He connects it to the power socket, his face lights up when he sees the hologram of his beloved, the virtual artist, a sensation of the moment and whose followers are countless. They both recognize each other immediately, they belong to different worlds, close in a relationship but unable to make contact to consummate their platonic love.