Existen días dónde no hay nada que hacer y otros donde el día no nos alcanza para terminar de hacer algo.
Bueno, estaba en un día de esos donde simplemente hacía nada, y llegó mi tío de visita a mi casa. Me dijo: "sobrino, quiero vender unas gallinas y no tengo espacio en mi casa para meterlas".
Yo sin embargo tengo en mi casa bastante terreno de fondo y rápidamente pensé en construir un pequeño galpón para meter las gallinas. De respuesta le pregunté "¿cuando traes las gallinas?".
Mi tío respondió: "la próxima semana".
El siguiente día tenía tanto que hacer que sería uno de esos que no alcanzan para culminar lo que haces.
Tenía unas viejas laminas de zinc y unos metros de tela metálica, conseguí unos clavos, alambre y como siempre la madre naturaleza ayudándome fui corte unas varas (madera).
Ya había visto anteriormente como se hacían estos pequeños galpones, así que puse de mi ingenio para hacer uno de mi autoría.
¡Manos a la obra!
Con la ayuda de mi abuela, mi esposa y mi hijo de 3 años (quien nunca falta en mis obras), comencé enterrando los palos que me sirvieron de base y los que fueron de viga o soporte del techo.
Si les soy sincero el día se me fue solamente en eso, sobre todo porque faltaron unas varas que tuve que ir a cortar para culminar las bases del galpón. Mi hijo jugando con las maderas también me quito algo de tiempo, pero no le tomo importancia a eso porque el tiempo con mi hijo es ganancia para mí.
El siguiente día me pare muy temprano porque estaba ansioso por ver el resultado final, así comencé el día poniendo el techo al galpón mientras mi esposa preparaba el desayuno.
Ya se veía muy bien después de haberle puesto el techo, pero aún le faltaba. Con la ayuda de mis ayudantes (que ya mencione) termine ajustando la tela metálica al pequeño galpón.
Ese día termine mi trabajo como a las 5:00pm. Fue todo un éxito, me sorprendí de lo que hicimos. La verdad documenté en fotos el trabajo hecho porque estaba bastante entusiasmado, pero que bueno que lo hice, porque ahora puedo compartilo con ustedes. Espero que les guste.
There are days where there is nothing to do and others where the day is not enough for us to finish doing something. Well, I was on one of those days where I just did nothing, and my uncle came to visit my house. He told me: "nephew, I want to sell some chickens and I don't have space in my house to put them in."
However, I have a lot of ground in my house and I quickly thought of building a small shed to put the chickens. In response I asked him "when do you bring the chickens?".
My uncle replied, "next week."
The next day I had so much to do that it would be one of those that is not enough to complete what you do.
I had some old sheets of zinc and a few meters of metallic cloth, I got some nails, wire and as always Mother Nature helping me I cut some rods (wood).
I had previously seen how these small sheds were made, so I used my ingenuity to make one of my own.
Let's do it!
With the help of my grandmother, my wife and my 3-year-old son (who is never lacking in my works), I began by burying the poles that served as a base and those that served as a beam or support for the ceiling.
If I'm honest, the day just went away for me, especially because some rods were missing that I had to cut to finish the bases of the shed. My son playing with nails also took some time away from me, but I don't mind that because time with my son is profit for me.
The next day I stopped very early because I was eager to see the final result, so I started the day by putting the roof on the shed while my wife prepared breakfast.
She already looked pretty good after the roof was put in, but she was still missing. With the help of my assistants (which I already mentioned) I finished adjusting the wire mesh to the small shed.
That day I finished my work around 5:00 pm. It was a great success, I was surprised by what we did. The truth is that I documented the work done in photos because I was quite enthusiastic, but I'm glad I did, because now I can share it with you. Hope you like.