El sol no recuerda haberse bañado, pero el agua amarilla ha quedado.
Se mira al espejo,
para comprobar que no se daño su cabello.
Como es un ser precavido,
corta rayos para poner en su casco amarillo.
Pero quedan muy largos,
así que debo cortarlos.
Con baño o sin baño, bonito ha quedado, con sus nuevos rayos.