Han pasado varias semanas desde que me senté en mi computador para hablar conmigo mismo. Estos últimos días han sido un real sacrilegio, por así decirlo. Ya no es solamente el confinamiento y la preocupación diaria de lo que pueda pasar, no todo esta limitado a las cosas limitadas que puedes hacer como distraerte o ayudar a tu mente a salir del agobio diario del subsistir.
Desde finales de 2019 y parte de mi 2020 he sentido que mi cuerpo ha pasado por varias pruebas, la mayoría de ellas las he sabido afrontar o simplemente ha ocurrido falsos positivos, en fin. Pero estas ultimas semanas específicamente no solo mi cuerpo sino mi mente ha pasado por duras pruebas, en las que la preocupación y el estrés generado pasaron de niveles.
Cada prueba ha sido gracias a Dios falso positivo, pero aun hay malestares en mi diarios que me arropan entre el agobio de no saber la respuesta a lo que lo causa, y el pensamiento de tener que enfrentarme a pruebas tras pruebas para dar con un diagnostico en si me carcome, es sofocante, un tanto agobiante.
Algunas personas cercanas a mi y en especial mi familia me dan palabras de aliento y me dicen repetidas veces que todo va a estar bien, que eso son los nervios y pare de contar, como quien dice, tonterías. Pero es algo que no fácilmente he podido convencer a mi cuerpo que ya ha estado aturdido desde semanas por el miedo.
A veces tengo el pensamiento de que solo quiero escapar, o que esto es solo una pesadilla de la cual tal vez no me despierte o tal vez si lo haga más pronto de lo que no lo creo. La cuestión es que el silencio y la lejanía es lo que me ha llevado tal vez a estar de este modo, agrava mi situación, aunque me pongo a pensar que no todo ya es malo, he podido quitarme dudas y ciertos miedos del camino y es algo que todos los días agradezco. Lo que si es que no hay algo tan inciertamente sofocante como sufrir y no saber la razón. Pero nada peor que te pregunten la razón de tus males y tu no sabes que responder, porque aun no hay respuestas en si, algo que te lleva a deprimirte, a aislarte mucho más y tal vez, caer en un hueco profundo.
Soy yo ahora quien se tiene que decir todo va a estar bien para poder levantarme e intentar salir de mi propio confinamiento mental, esperando encontrar mi estado de confort y tal vez regresar a lo que era antes, escribir desde el corazón, desde una mente creativa por acción, amor y ficción, y no tener que hacerlo por una obligación monetaria que tal vez en algún momento me pueda perseguir en compás de mis malestares.
Estoy convencido en que vivimos en los días es que debemos sacar más fuerzas de las que creemos no tener, pero también tenemos que dejarnos apoyar y apoyarnos por y para quienes están allí extendiendo tu mano y una palabra de aliento, solo así sobrellevaremos la situación en la que estemos, y de esa manera sentiremos que hacemos algo bien por el otro.
Yo por ahora aprovechare que ya luego de tantos años, tengo la posibilidad ya de no madrugar para disfrutar el estar sentado frente a mi computador y escribir para mi, para ustedes, y leer/admirar cada una de sus entradas, entre ellos sus fotografías, el arte y todo aquello que pueden hacer desde casa.
Me alegra verte de vuelta amigo y leer esas palabras de aliento para contigo mismo. un fuerte abrazo.
Hermano saludos, en lo personal estar encerrado es algo que desequilibra a cualquiera. Ahora entendemos a las personas esas que en las películas y series en pleno apocalipsis quieren salir y es parte de nuestra naturaleza, solamente debes tener calma y control de ti mismo. Por cierto yo estuve casi un mes encerrado por cuestiones de padendemia y de verdad fue desesperante.
Saludos @critic-on.
Tienes que encontrar el punto de equilibrio, entre todo lo que está pasando, estos días he meditado en que al no aceptar la situación por la que atravesamos, mis padecimientos de salud, la alarma contante en todo, simplemente porque reniego la realidad porque me asusta, comencé a aceptar que no esta en mí cambiar los acontecimientos, las cosas, pero si puedo controlar mi reacción o respuesta a todo. Trato de respirar profundo y eliminar los pensamientos las preocupaciones, las cosas que sencillamente no puedo resolver y concentrarme en que mi cuerpo se sienta bien dentro de todo. No cojas lucha. La oración es nuestro potente aliado, mantener ese contacto espiritual con Jehová Dios es fortalecedor. No importa cuanto nos desviémos, siempre regresaremos al punto. Esto me ha ayudado un poco, sobre todo cuando entro en los estados de pánico. Tienes a tus seres queridos cerca, cuando crees que no puedes, piensa en ellos, también se preocupan por ti, así no lo demuestren y necesitan tu fortaleza. DTB.
Tus palabras siempre son gratas para mi en todo momento, por eso es que nunca me he apartado ni he querido hacerlo del todo de esta plataforma, pues gracias a ello he conocido personas tan significativas y especiales como tu, gracias reina, te quiero, cuídate mucho y espero que estés mucho mejor.