LOS APODOS EN LA ESCUELA

in GEMS4 years ago


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Cuando estaba en 3er grado de primaria, en la escuela comenzaron a decirme Tomacorrientes como sobrenombre o apodo. Actualmente esto se consideraría bullying. Pero... Ya que todo sobrenombre nace de una situación... Voy a narrar la que dio lugar al mio:

Era uno de esos momentos mágicos en que la maestra salía del salón y olvidaba encargar a alguien que hiciera una lista de los que hicieran bochinche. Ya hacía como diez minutos que el mundo estaba desbordado entre las chicas que conversaban en grupitos, otras, más osadas, que jugaban...¡A lo que fuera y pudieran! Los varones que se perseguían, se arrebataban los bolsos y los lanzaban al aire, se estrangulaban hasta que el amigo de turno, la cara roja y sudorosa levantaba una mano en señal de rendición y luego agradecía con una amplia sonrisa o una carcajada el poder respirar de nuevo y..se repetía la persecución inicial.

Yo permanecía sentada, quieta y silenciosa, no porque no me gustara el bochinche sino porque ese monstruo interno llamado timidez usaba sus múltiples tentáculos para mantener inmóviles piernas, brazos y hasta lengua...

De pronto, se para frente a mi pupitre un compañero de apellido Laya, terrible y al que expulsarían de la escuela ( "Grupo Escolar República de Honduras" en Puerto Cabello, estado Carabobo, Venezuela) antes de concluir el año escolar por mala conducta.

Me mira de hito en hito y dice con fuerza:

-¡Miren a esta, quieta ahí, parece que hubiera metido el dedo en un toma corrientes!

Bastó este comentario y la risa general para que los varones del curso comenzaran a decirme "Tomacorrientes".

Sòlo los varones, las niñas me llamaban por mi apellido, Fuenmayor.
A mí eso del apodo "me resbalaba" y a veces venía algún niño -"Tomacorrientes, préstame el sacapuntas"

-"Ok, toma"

Y se lo prestaba. Esto angustiaba a la niña que estuviera cerca en ese momento:

-- "¡No se lo prestes, te dijo Toma corrientes"

  • "Ay ¿Y eso qué importa? Lo importante es que necesita el sacapuntas.

A veces no era el sacapuntas sino una borra, la regla o un color para subrayar. Yo, firmemente convencida de que el que me dijeran Tomacorrientes no cambiaba algo en mí seguía tratando a mis compañeros de igual forma que antes del apodo.

Recuerdo que haìa una chica de 6to grado a la que decían "Mechí" y eso era todo un espectáculo ya que en el receso se liaba a golpes con el varoncito que le dijera así.

Bueno, el final de la historia es que "Mechí" culminó el año escolar de pelea en pelea igual, como "Mechí", mientras que, al no haber respuesta altisonante por mi parte al apodo...ya a medio año los varones también se acostumbraron a decirme Fuenmayor y concluí mi año escolar sin apodo alguno.

Cuando mi hijo Luis Felipe (@luisfe) llegó a casa y me comentó que en el liceo le estaban diciendo "Cabeza de Micrófono" lo soltó como un simple comentario intrascendente mezclado entre las otras incidencias del día. Me di cuenta que ni era bullying ni tampoco él lo consideraba como tal.

Una sola vez llegó a casa molesto por algo relacionado a ese apodo:

  • Mamá, estábamos en el receso y pasó un muchachito de otro salón y los muchachos empezaron a decirle "Cabeza de Micrófono" y les tuve que reclamar: ¡Aquí el único Cabeza de Micrófono soy yo!
Sort:  

Interesante post, mi amiga Tomacorriente... Saludos a Cabeza de Micrófono. Me hiciste acordar de un post que desde hace rato tengo pendiente escribir.

Me alegra te haya parecido interesante @amaponian. Siempre me ha llamado la atención la anécdota detrás le apod. Supe de un señor a quien llamaban zamuro'e techo, allí la anécdota debe haber sido buenísima, pero como fue que lo escuché de paso...me quedé sin saber el origen del mote. Gracias por la visita.

Jajajajaja, que cómico el final con el comentario de tu hijo🤗

Hola @miriannalis, me alegra te haya causado gracia...esa era la idea.Gracias por la visita.

Cómo son de despiadados los niños en el colegio y qué creatividad para poner apodos tiene el venezolano en general, es algo que me hace mucha gracias. Cuando estaba en la escuela había un personaje de Radio Rochela, creo que era Charles Barry que decía: "Ay, me la comí" esa expresión se había vuelto pegajosa y mucha gente la repetía, en la escuela me decían "Jai me la comí" echando broma con mi apellido Jaime, luego me dijeron "Jaime el Fantasma", pero pese a que sí me dejaba afectar por las bromas que me hicieran, esto de los sobre nombres no hizo mella en mí. Saludos cordiales, un gusto leerte.

Como cambia el mundo y los apodos, no recuerdo un apodo en primaria, pero en bachillerato me llamaban dulcinea, por una clase de castellano del Quijote que no querían entrar a clase una parte del salón. Si recuerdo los apodos a los profesores, papermate porque nunca fallaba a clases, que cómico era eso. Hiciste bien a la final la indiferencia al mote dio resultado en tu caso. Pero tu hijo no se aguantó que le quitaran el suyo, que risa. @sayury

Que te digan Dulcinea es hermoso. Normalmente los apodos tratan de degradar y fastidiar. Yo repetía frases del Quijote y en vez de ganarme ese gran nombre, Don Quijote, me decían era Rocinante (el caballo del Quijote). Me deshice de ese mote usando la Técnica Fuenmayor de @sayury.

Pero pienso escribir un post con nombres que me dieron y que fueron aún más degradantes, quiero rescatarlos del olvido, porque ahora me parecen valiosos.

Dulcinea del Tornero, a la final me decian dulci, ellos decian que yo era muy dulce y suave en mi trato o algo así. @amaponian

Jajaja, así fue, @sacra97, bien, los chicos son impredecibles. Gracias por la visita.