The Obelisk of Buenos Aires is one of the most emblematic monuments of the Argentine capital. Located at the intersection of Avenida 9 de Julio and Avenida Corrientes, two of the main arteries of the city, it stands majestically as a symbol of its history and culture.
This imposing monument was inaugurated on May 23, 1936 to commemorate the fourth centenary of the founding of the city of Buenos Aires. Designed by architect Alberto Prebisch, the obelisk was erected in a record time of just four and a half weeks, becoming an architectural landmark and a crucial landmark on the city's skyline.
With a height of approximately 67 meters and built with a reinforced concrete structure covered in white stone from the province of Córdoba, the obelisk rises above the city like a tower of Argentine grandeur and pride.
Over the years, the Obelisk has witnessed historical events, cultural manifestations and moments of celebration. It has been the scene of concerts, sports celebrations and political protests, becoming a symbol of the city's diversity and vitality.
In addition to its historical and cultural importance, the Buenos Aires Obelisk is an iconic landmark for tourists and residents alike. The panoramic views from its summit offer a unique perspective of the city and its surroundings, attracting visitors from all over the world.
The Obelisk of Buenos Aires is not only an impressive architectural monument, but also a symbol of the city's identity and history, which endures as a testament to its greatness and vibrant spirit.
El Obelisco de Buenos Aires es uno de los monumentos más emblemáticos de la capital argentina. Ubicado en el cruce de la Avenida 9 de Julio y la Avenida Corrientes, dos de las principales arterias de la ciudad, se alza majestuoso como un símbolo de su historia y cultura.
Este imponente monumento fue inaugurado el 23 de mayo de 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la fundación de la ciudad de Buenos Aires. Diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch, el obelisco fue erigido en un tiempo récord de apenas cuatro semanas y media, convirtiéndose en un hito arquitectónico y un punto de referencia crucial en el horizonte de la ciudad.
Con una altura de aproximadamente 67 metros y construido con una estructura de concreto armado revestida en piedra blanca de la provincia de Córdoba, el obelisco se eleva sobre la ciudad como una torre de grandeza y orgullo argentino.
A lo largo de los años, el Obelisco ha sido testigo de eventos históricos, manifestaciones culturales y momentos de celebración. Ha sido el escenario de conciertos, celebraciones deportivas y protestas políticas, convirtiéndose en un símbolo de la diversidad y la vitalidad de la ciudad.
Además de su importancia histórica y cultural, el Obelisco de Buenos Aires es un punto de referencia icónico para los turistas y residentes por igual. Las vistas panorámicas desde su cima ofrecen una perspectiva única de la ciudad y sus alrededores, atrayendo a visitantes de todo el mundo.
El Obelisco de Buenos Aires no solo es un monumento arquitectónico impresionante, sino también un símbolo de la identidad y la historia de la ciudad, que perdura como un testamento de su grandeza y su espíritu vibrante.