Cuando nos trazamos un proyecto de vida debemos tener bien claro, que nada se logra sin esfuerzo, que podríamos transitar por caminos escabrosos inclusive. Pensar en que para tener un final feliz, hay que mantener la esperanza en un primer plano, ser constantes, y apostar por lo mejor. Si finalmente se logra el tan ansiado proyecto, no debemos olvidar que no fue fácil y que para llegar a él, hubo que ponerle pasión, afecto y ser muy resiliente para afrontar los momentos aciagos.
Gracias por su excelente reflexión amigo @garybilbao. En lo que a mi se refiere, asumo la excelencia tratando de superarme a mi misma. Cada día que pasa, trato de actuar en función de mis propias capacidades y virtudes, a fin de llegar a ejecutar todo cuanto se me presente, de la mejor manera posible. Soy consciente de que hay momentos en que cometo errores, pero siento que soy capaz de repararlos , mejorarlos y superarlos, demostrando que puedo traspasar ante mi misma esas barreras, convirtiéndolas en virtudes.