He wandered through life like a seesaw, one day happy and the next lost in his panic attacks. This is the reality for many, but today's story is horrifying for one man.
At night, during his job, he got high like never before, mixing it with alcohol. After leaving his job in the early morning, a sinister quest began. He wanted to find another man for intimate relations, so he went searching across town for another lost soul but couldn't find one. He approached random men on the streets, asking and getting rejected. To some, he even requested money for drugs, and they refused. He persisted with everyone he crossed paths with.
He wanted to be someone's partner, but no one accepted him. In such a state on the streets, he lacked awareness and shame for his actions. Once, he overheard someone serving everyone and went there. It was the drug den he frequented. He arrived, greeted them, and saw a person inside the sheets, which served as the shelter for transactions. He entered, asked the person preparing their substance, and was told to wait. The person whispered to the others, returned, and said, "Come here, back." He went, and the person started beating him mercilessly. He ended up all bruised, and the assailant beat him even more, stealing his wallet and cellphone.
The police station was just a few meters away from the drug den. He went to the police station, where only one officer spoke to him. Later, a police truck arrived, instructing him to go there. The police told him, "You have to file a report for us to take action." The area was all protected by drug dealers, and they couldn't interfere. They did nothing and even pursued him the entire way. However, the people he approached earlier couldn't do anything once he was already on the move. So, he returned many kilometers, beaten up, and with the effects of the narcotics wearing off. He arrived home without money, without a cellphone, and with the most shameful and disheartening experience of his life.
He shared this experience to convey that drugs can make a person do despicable and lowly things, and he was fortunate not to be killed. Many believe that drugs are just for fun, but the danger is that it puts your life at risk. In those places, everyone is a thief or murderer.
The destructive effects of this life cannot be measured; it turns you into someone who could cease to exist at any moment. After that incident, he never returned to that lifestyle and now lives clean. But why go there only to come back later? All those things are not meant to stay there but to annihilate you. A healthy life may seem dull, but it keeps us alive and well.
Therefore, finding joy in a clean life is all that matters. It's not easy to convince someone in that state. Nothing convinces them that it's wrong, but we must try. Many stories like this show what a normal person can become, a shameful mess.
It might seem appealing, but it's very harmful. Nowadays, drugs have invaded everything, from politics to complicating the lives of police officers, drug addicts, and the youth, with this issue on every corner. Now more than ever, there are drugs stronger than ever that can kill you directly.
Let's save those we can and help our governments, not by attacking, but by being friends so that they can share with us. Because one person alone has one problem, but if they share it, it becomes a half problem.
ES
El andaba por la vida como un sube y baja, un día feliz y otro perdido en sus ataques de pánico. Así vivía, como le sucede a muchos, pero la historia de hoy es espantosa para un hombre.
En la noche, en su trabajo, se drogó como nunca antes. Además, lo mezcló con alcohol. Así salió de su trabajo de madrugada y empezó una búsqueda siniestra. Quería encontrar a otro hombre para tener relaciones, así que fue a buscar a otra punta de la ciudad a otro perdido y no lo encontró. Por las calles pasaba un hombre y le pedía, pero era rechazado. Le pidió a otro y le dijo "dame plata para la merca" y no accedió. Así, a cada uno que cruzaba, le ofrecía.
Quería ser su mujer y nadie le aceptaba. En la calle, su estado era tal que no tenía conciencia ni vergüenza de la desfachatez de sus acciones. Así que una vez escuchó que alguien atendía a todos y fue hasta allí, era la cueva de la droga que visitaba seguido. Llegó, saludó y vio una dentro de las chapas que era el refugio de las ventas. Entró, pidió al que se estaba preparando su cosa y este le dijo "espera". Fue y le dijo en secreto a los otros, volvió y le dijo "ven aquí atrás". Fue y este le empezó a pegar una paliza de época. Se empezó a ver todo golpeado, y volvió a pegarle más. Le robó la billetera y el celular.
La comisaría estaba a unos metros de la venta de droga. Fue a la comisaría y no había más que un policía que solo le habló. Luego llegó una camioneta de la policía y le dijo "estás allá". La policía le dijo "tienes que hacer la denuncia para que actuemos". Esa zona estaba toda protegida por los narcos y no podían meterse con nadie, así que no hicieron nada. Además, lo persiguieron todo el camino, pero lo que ya andaba, la gente no le pudo hacer nada más. Así que volvió muchos kilómetros, todo golpeado y ya los efectos de los narcóticos bajaron. Llegó a su casa sin dinero, sin celular y con la experiencia más vergonzosa y deprimente de la vida.
Esta experiencia la contó para hacer saber que la droga te puede hacer hacer lo más vil y bajo y se salvó de que no lo maten. Todos creen que la droga es solo diversión, pero el peligro hasta que te pone en riesgo tu vida. En esos lugares, todos son ladrones o asesinos.
No se puede medir los efectos destructivos de esta vida. Solo te hace un ser que puede dejar de existir en cualquier momento. Después de eso, nunca más siguió esa vida y ahora anda limpio. Pero ¿por qué tener que ir para después volver? Todas esas cosas no son para quedarse ahí, sino para que te aniquilen. La vida sana es aburrida, pero es la que nos mantiene vivos y sanos.
Por eso, encontrar alegría en la vida limpia es lo único que importa. El que está en ese estado no es fácil de convencer. Nada lo convence de que eso es malo, pero hay que intentarlo. Cuántas están historias así, ven lo que puede hacer de una persona normal una porquería vergonzosa.
Parece muy lindo, pero es muy dañino. Hoy en día, la droga ha invadido todo: la política, complica a los policías, drogadictos y la juventud con esto en todas las esquinas. Y hoy más que nunca, drogas más fuertes que te matan directamente.
Salvemos a los que podamos y ayudemos a nuestros gobiernos, no atacando, sino siendo amigos para que nos puedan compartir. Porque un hombre solo tiene un problema, pero si lo comparte, es medio problema.