Esas monedas.
Llegué a ese restaurante famoso de mi ciudad San Juan de los Morros con muchas ganas de tener un almuerzo a eso de las 12.00, y de inmediato me instalé en una de las mesas lujosas y adornadas que había.
Cuando pedí el menú, un mesonero elegantemente vestido de pantalón negro, igual que el chaleco y una camisa blanca, me atendió gentilmente y me dijo:
-Por aquí estoy a sus gratas órdenes, estimado caballero. A ver, ¿qué desea?
Yo, también tratando de ser tan amable y cordial, le pedí que me trajera el menú, y él de inmediato me puso una carpeta forrada de plástico transparente, y me conminó a que leyera los platos y bebidas que se expendían.
Yo estaba emocionado y deseoso de comerme aquella ricura, y le dije:
-Por favor, respetable mesonero, quiero que me sirva ensalada de repollo, pollo a la plancha, un jugo de uva y un café de cebada.
El trabajador calló pero con ese gesto de la espera por la pregunta se quedó ahí de pie y yo le pregunté que qué me quería expresar y él con pena disimulada me contestó:
-Lo que pasa, mi estimado amigo, es que aquí se cobra por adelantado.
Yo le repuse al hombre:
-¡No faltaba más! Déjeme ir a mi vehículo y ya vuelvo.
En mi ruta hacia el vehículo yo iba pensando en ese suculento almuerzo. Y cuando me senté le puse varios dracmas y denarios sobre la mesa.
El mesonero reconoció aquellas monedas, pero me dijo lamentándose:
-Ay señor, ¿no tiene otro dinero actualizado?
Como yo le dije que no, él agregó:
-Pues, lo siento mucho, señor, porque aquí cobramos ¡en dólares!
Those coins.
I arrived at that famous restaurant in my city of San Juan de los Morros eager to have lunch at about 12:00 noon, and I immediately settled down at one of the luxurious and ornate tables there.
When I asked for the menu, a waiter elegantly dressed in black pants, the same as the vest and a white shirt, served me kindly and told me:
-This way I am at your pleasant orders, dear gentleman. Let's see, what do you want?
I, also trying to be so kind and cordial, asked him to bring me the menu, and he immediately put me a folder lined with transparent plastic, and asked me to read the dishes and drinks that were on sale.
I was excited and eager to eat that deliciousness, and I said to him:
-Please, respectable waiter, I want you to serve me cabbage salad, grilled chicken, a grape juice and a barley coffee..
The worker kept silent but with that gesture of waiting for the question he remained standing there and I asked him what he wanted to express to me and he with disguised sorrow answered me:
-What happens, my dear friend, is that here we charge in advance.
I replied to the man:
-That's all right! Let me go to my car and I'll be right back.
On my way to the vehicle I was thinking about that succulent lunch. And when I sat down I placed several drachmas and denarii on the table.
The waiter recognized those coins, but said to me regretfully:
-Oh sir, don't you have any other up-to-date money?
As I said no, he added:
-Well, I am very sorry, sir, because here we charge in dollars!
DeepL.Traslator.
Maravilloso relato amigo.
Bastante semejante a lo actual, ya nuestras monedas van quedando en el olvido.
jajajajajja! que vaina tan buena @lecumberre ; un relato muy gracioso, bien contado, con diálogo y todo; felicitaciones por tu premio
Saludos, hermanazo Pelu. Je, je, conseguir dracmas y denarios en la actualidad para pagar en un restaurante es solo imaginable.Valdrían más que el local.
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