En el suave despertar de la primavera, cuando los jacarandás tiñen de púrpura las calles y los aromas se entrelazan en un abrazo cálido, el corazón de la madre se alza como un ave que busca el cielo. Su pequeña hija, siempre fue la portadora de la luz en su vida. Aquella niña de risa cristalina, con ojos que contenían universos enteros, se convirtió en un ángel prematuro, dejando atrás un rastro de estrellas en el firmamento de los recuerdos. En cada pétalo que se despliega, en cada brisa que acaricia su rostro, su padre siente la presencia de la hija ausente, como si el viento mismo le susurrara secretos desde el más allá. En la danza de las estaciones, el amor y la ausencia se entrelazan, tejiendo un lienzo de eternidad donde primavera y memoria se funden en un abrazo sin fin, ya no como forasteros…
Primavera en el hemisferio sur y otoño acá en el norte. Insuperable la inteligencia de la naturaleza.
Gracias querido amigo por esa hermosas palabras que adorna este lindo momento en la llegada de la primavera, así es mi niña es hoy en día mi angelito, la que me cuida, la que protéjame a mi familia y aunque dejo un vacío inmenso, siempre la recordamos bonito así es y así será por siempre, un abrazo….🤗