Como artesano siento que solo en la satisfacción personal y en la de quien está dispuesto a pagar por lo diferente, tenemos una oportunidad. Imposible competir en precio y volumen con la industria, pero conservar el conocimiento de tantas cosas que es posible hacer con nuestras propias manos es vital.
Recuerdo el cuento de ciencia ficción de un futuro lejano, donde unos ingenieros y matemáticos se maravillan un día, al encontrarse con alguien que no emplea la calculadora para hacer cuentas.
Que con solo papel y lápiz hace toda clase de cálculos.
El ingenio humano es capaz de resolver problemas al parecer insolubles. Por ejemplo, los automóviles a gasolina pueden funcionar con leña. No me crean, busquen la palabra Gasógeno, y los de gasoil con una combinación de aceite vegetal, alcohol y sosa. Cualquiera que se lo proponga puede preparar su propio biodiésel en su casa. Pero …