Los voluntarios no tienen un sueldo, quizás tampoco grandes fortunas, pero de seguro viven con la felicidad de poder ayudar a otros,
De eso se trata, hacerlo de corazón y la satisfacción llega cuando vemos la felicidad en os rostros de quienes hemos ayudado. Saludos.
Uno no cree que puede hacer una gran diferencia, hasta que lo experimenta.