Demasiado interesante tu post, quede intrigada por muchos datos aunque el que más me llamó la atención fuel el de lo dulce contra lo salado. No sé si es mi generación o sólo yo, pero hay ciertas cosas que sí puedo aceptar dulce, como las panquecas, una taza de cereal o unas arepitas dulces con queso, la empanada también la incluiría pero como la hacen de donde vengo ya que esa sí es dulce. Incluso así, aún me parece un tanto extremo comer un desayuno dulce todos los días, estos de por acá los mencioné porque los he comido de forma muy random en mi vida, así que concuerdo con un desayuno salado casi a diario, nada le gana a una buena arepa para iniciar el día.
Y con respecto al tango, yo también creía que era algo común, me has dejado en shock ¡Saludos!