Jesús lo sentenció. No era mentira, algo terrible podía suceder con aquel artefacto. No hubo tiempo para consejos anticipados. Fue demasiado tarde. Laura gritaba desesperadamente, pero nadie parecía escucharlos. Ahora estaban encerrados en un refrigerador.
Pero esta historia comenzó mucho antes. Felix había salido a dar una vuelta por el barrio. Estaba decidido a encontrar alguna actividad que fuera pura adrenalina. Por el camino se encontró con Laura y no dudo en convidarla para realizar su encomienda. Estaban muy emocionados, por fin encontraría un juego que hiciera de sus vacaciones de verano una experiencia inolvidable.
Después de caminar varias cuadras, lo vieron a lo lejos. Tirado en una esquina como si fuera un tesoro, estaba aquel refrigerador viejo. Parecía una máquina del tiempo, hecha a la medida para dar ese último abrazo que les faltó. La idea fue de Felix, solo faltaba engacharle unos botones y listo, ahora si podías viajar hasta el futuro.
La hipótesis resultaba fascinante, así que no dudaron en llamar a Jesús para que los ayudara a moverlo hasta el patio de la casa de Laura. Jesús que no podía negarse a los caprichos de los niños asintió, claro él no estaba muy de acuerdo con aquella locura descabellada, pero poco podía decir, nadie lo escuchaba y siempre tenía la razón.
Así transcurrió esa tarde, carretilla en mano y refrigerador al traslado. Los muchachos ya habían ideado todo lo que harían con su maquina del tiempo. No faltaron los dibujos con calores brillantes, las etiquetas de pase y por supuesto los botones de pasado y futuro.
Cuando todo estuvo listo invitaron a el Pichi, Rogelio y al Mandarina para que participaran en su juego, pero ninguno estaba interesado. Solo eran ellos dos, los niños que nacieron el mismo día y año , en el mismo hospital. Eran más que amigos, algo celestial los mantenía unidos.
No lo pensaron mucho se pusieron sus trajes especiales y se metieron dentro del refrigerador, solo que Felix no se percató que había tenido un fallo técnico.
Estando adentro empezaron a tocar los imterruptores, pero nada pasaba.
Ya llevaban 30 minutos encerrados en su maquina. El calor pronto comenzó hacer efecto y cuando decidieron salir , fue demasiado tarde.
Laura gritaba desesperadamente por ayuda, pero nadie parecía escucharlos.
Aquel frío viejo que había sido tirado a la basura, ahora era una tortura para aquellos inocentes que solo buscaban divertirse.
Los gritos no duraron mucho y dentro de aquel diminuto espacio solo quedaron dos almas destinadas a estar juntas hasta la eternidad.
*Texto de mi propia inspiración
*Imágen sacada de mi galeria
- Texto tratraducido por : All language translate app
English version 👇
Jesus sentenced him. It was not a lie, something terrible could happen with that device. There was no time for advance advice. It was too late. Laura screamed desperately, but no one seemed to hear them. Now they were locked in a refrigerator.
But this story began much earlier. Felix had gone out for a walk around the neighborhood. I was determined to find some activity that was pure adrenaline. Along the way he met Laura and did not hesitate to invite her to carry out his assignment. They were very excited, they would finally find a game that would make their summer vacation an unforgettable experience.
After walking several blocks, they saw him in the distance. Thrown in a corner as if it were a treasure, was that old refrigerator. It seemed like a time machine, tailor-made to give that last hug that we were missing. The idea was Felix's, he just needed to attach a few buttons and that's it, now you could travel to the future.
The hypothesis was fascinating, so they did not hesitate to call Jesus to help them move it to the patio of Laura's house. Jesus, who could not deny the children's whims, nodded, of course he did not agree with that crazy madness, but he could say little, no one listened to him and he was always right.
This is how that afternoon passed, wheelbarrow in hand and refrigerator on the way. The boys had already thought up everything they would do with their time machine. There was no shortage of drawings with bright heats, pass labels and of course the past and future buttons.
When everything was ready, they invited Pichi, Rogelio and Mandarina to participate in their game, but none of them were interested. It was just the two of them, children born on the same day and year, in the same hospital. They were more than friends, something heavenly kept them together.
They didn't think much about it, they put on their special suits and got into the refrigerator, except that Felix didn't realize that there had been a technical failure.
While inside they started touching the switches, but nothing happened.
They had already been locked in their machine for 30 minutes. The heat soon began to take effect and when they decided to leave, it was too late.
Laura desperately screamed for help, but no one seemed to hear them.
That cold old man who had been thrown into the trash was now torture for those innocents who were just looking to have fun.
The screams did not last long and within that tiny space there were only two souls destined to be together until eternity.
