(Imagen promocional del concurso).
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#RetoTop5 Semana 40 - ¡Algo que compartir! - 5 Recuerdos navideños.
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Hoy sigo el hilo lindo de puiblicar en este fascinante concurso, que es para participar, desestresarse y distraerse de manera sencilla y cordial, gracias a mi Dios qerido.
Muchas gracias a @cleydimar y @avellana quienes desde @laradio nos invitan a entrar en este encuentro del entretenimiento, y refrescando un poco la mente de recuerdos gratos y lindos.
Mis 5 recuerdos navideños son remotos y traviesos:
1.- Los zapatos pequeños.
(Imagen propia).
Estudiaba segundo grado, allá por 1963, en el grupo escolar Rafael Paredes de mi pueblo natal Las Mercedes del Llano y, como siempre, mi mamá nos compraba los estrenos decembrinos, cuando comenzaba este mes.
En aquella ocasión nos compró a Carmen, de 8 años, y a mí, de 9, unos zapatos que nos quedaban demasiado pequeños, y los había adquirido en una tienda donde no admitían devoluciones.
El caso fue que, "para no perderlos", agarró un cuchillo y los picó por la parte delantera, dejando al descubierto los dedos de ambos pies.
No solo eso, sino que nos vistió una mañana y nos llevó a la escuela a recibr clases, motivo más que suficiente para que los demás niños se burlaran de Carmen y de mí.
Mamá Cecilia comprendió muy tarde la equivocación, y solo pretendía que esos zapatos "no se perdieran".
2.-Intercambio de regalos.
(
)
(Imagen propia).
Estudiaba yo 5to, grado en el mismo grupo Rafael Paredes a finales de la década de 1960, y recuerdo que antes de dar vacaciones de año nuevo, siempre se realizaba un intercambio de regalos en cada sección.
Mamá Cecilia fue al patio de la casa, y agarró la gallina más bonita y gorda que había, y para llevarla, la introdujo en una caja con huecos para revisar. Hasta allí, todo iba bien.
El problema surgió fue cuando al recibir mi regalo, me dieron una pelota de goma y 1 bolivar, que recuerdo era de plata.
Eso no le gustó a mamá Cecilia quien, después de interrogarme quién me había tocado regalarme, se dirigió a su casa y, agarrando su gallina, se encaminó de nuevo a nuestro hogar.
Antes, había dejado la pelota y el bolívar en casa de quien me hizo el regalo.
Una de mis mayores penas de mi niñez, pero era mi mamá.
3.- Mi eterno cuatro.
(Imagen del álbum familiar).
El cuatro ha sido un acompañante infalible, y solo quisiera hacer referencia al primero que tuve, que he denominado "mi cuatro de lata", que recuerdo con ternura todos los días.
Lo hice con la cabeza de otro cuatro (clavijero y mango), y le uní una lata de aceite de color verde, que salía en la década de 1960.
Mi hermano mayor que era arpista, me regaló unas cuerdas y, como pude, logré que produjera los sonidos suficientes para emprender mi aprendizaje.
A las visitas les causaba gracia ese instrumento que se desafinaba en cuestión de mintos, pero en él avancé hasta que en un mes de diciembre mi msmo hermnao me regaló un cuatro de calidad.
Luego continué tocando, y me sirvió mucho en la vida para trabajar y ser docente de educación musical hasta estos momentos.
Pero en mi croazón resuena cada día ese CAM-BUR-PIN-TÓN.
4.- Carnaval el 31 de diciembre
(Imagen del álbum familiar. Mi hermana Giomar, a los 71 años).
Mis recuerdos navideños son muchísimos. En esta ocasión traigo una de las locuras de una hermana mía, llamada Giomar quien en la actualidad cuenta con 71 años.
En una oportundad había carnavales, y ella no se podía mojar porque tenía problemas respiratorios.
Sin embargo, un amigo de la familia no reparó en nada, y le embocó un balde que la mojó por completo.
Mi hermana se quedó tranquila, pero lanzó su sentencia de venganza, cuando le dijo al muchacho:
—Esta me la desquito algún día, Pedrito Morales.
Pasaron los meses hasta llegar la noche de año nuevo, y mi hermana vio que venía Pedrito Morales muy bien vestido con un flux y todo elegancia, a darle el "feliz año".
Sorpresa mayor se llevó cuando sintió que un balde de agua fría le caía completo en su humanidad, al tiempo que oía la voz de mi hermana que le decía:
—Yo te dije que esa me la ibas apagar algún día.
5.- Leña para parrilla.
Estábamos reunidos en una celebración de parrilla con yuca, y yo cargaba mi vieja guitarra que no es ni sonora ni bonita, pero está conmigo desde hace casi 30 años.
El caso es que se acabó la leña y, como no se escuchaba mucho su sonido, un amigo de nombre Samuel Herrera propuso que partieran la guitarra y la usaran de leña porque para eso era mejor.
Era un juego, pero como yo estaba "prendido", agarré mi guitarra, y me fui en una carrera a casa.
En el camino me iba diciendo:
—Que busquen leña en el mercado libre. Pero mi guitarra, no.
Feliz Navidad y dichoso año 2021, en nombre de Dios.
Link para participar:
https://hive.blog/hive-164868/@laradio/retotop5-semana-40-algo-que-compartir-5-recuerdos-navidenos.
(Imagen propia).
)(Imagen propia).
(Imagen del álbum familiar).
(Imagen del álbum familiar. Mi hermana Giomar, a los 71 años).
Link para participar:
Tus recuerdos tienen ese toque de originalidad, muchas veces no nos damos cuenta del sacrificio de nuestros padres si no hasta que crecemos, y por eso eran entendibles las acciones de tu madre.. Siempre tratando de que sea lo mejor para sus hijos. Lo bueno es que rescataste tu guitarra de caer al fuego jajaja. Muy bueno tu post, un abrazo y gracias por participar en el reto top5 de La Radio..
Ja, ja, de cierto que sí, Cleydimar. Mucho sigo cuidando mi guitarra aun cuando tengo otra, que es la empleo para grabaciones en youtube.
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STOPMaravilloso balde de agua, perdón maravillosas historias y recuerdos, aquí estoy cuajada de la risa, de verdad que nuestros juegos infantiles eran muy sencillos. Me encantó que llegaras a primera hora abriendo junto con la bella @zhanavic69 el cajón de las historias @lecumberre.
Infalible y gentil Sacrita.