INICIATIVA No.10/ EL OLVIDO ELIMINA EL RENCOR:LIMPIEZA DEL ALMA [ESP/ENG]

Saludos amigos de esta hermosa comunidad #greenzone; por vez primera visito este portal de luz color esmeralda. Lo hago para responder a la iniciativa No. 10 "Cosas de Iris" en esta edición dedicada al rencor. Pues así traspaso este umbral dejándoles mis vivencias desde un enfoque literario al hacer mención a uno de mis autores favoritos, Jorge Luis Borges.

Una de las frases de Borges que no sé precisar ahora donde la leí ya hace algunos años, dice: ..."Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”... Esta frase no se refiere explícitamente al rencor pero a mí modo de ver el mundo llevarla a la praxis es vivir sin este mal acuestas, es hacer la purga desechando radicalmente todo resentimiento, es devolver el cristal a su estado natural, sin interferencias, sin quebranto alguno.

Y retomo la obra de Jorge Luis, pues yo al igual que Beatriz Viterbo (la amada muerta de Borges en el Aleph, un cuento narrado en primera persona por ser él, el escritor que es en esa historia) he tenido ..."distracciones, desdenes"... y como todo mortal no he estado exenta de sentir rencor.

Cuando era niña vi a mi padre maldecir a mi mamá, la vi sufrir, la vi sentir pánico, la vi llorar como nunca he visto a nadie y todo eso lo guardé nitidamente con un dolor profundo durante mucho tiempo. Ella sabía que no fue sencilla la experiencia y por supuesto que buscó ayuda para las dos, aunque nunca me faltó la guía perenne de mi abuela materna (mi segunda madre) de su mano y corazón noble fui por el camino del bien.

Me tomó tiempo entender que el olvido es un acto liberador, pues aunque de todas las experiencias he aprendido y aprendo, solo quiero guardar en mi almacenamiento interno (mente) lo que verdaderamente me aporte bienestar. Pues más allá de percibirlo como un escudo lo considero una forma de cuidar la salud emocional y respetar mi esencia misma.

Así pude soltar la pesada carga cuando me llegó la madurez, antes no tenía consciencia, ni mucho menos poseía herramientas para hacerlo. Pues con el tiempo olvidé todas las acciones, palabras, angustias que me hundían lentamente y solo así me deshice de los nubarrones, floreciendo con luz mi jardín.

A mis 38 años me ha quedado claro que no puedo controlar las acciones ajenas, solo me hago responsable de continuar mi camino sin rencores. Elijo extender mi mano genuinamente y no otorgarle poder a lo que pueda dañarme. Hoy elijo eradicar con el olvido cualquier resentimiento y solo recordar lo que merece ser recordado.

Greetings, friends of this beautiful #greenzone community; this is the first time I'm visiting this portal of emerald light. I'm doing so to respond to initiative No. 10, "Iris's Things," in this issue dedicated to resentment. So, I cross this threshold, sharing my experiences from a literary perspective by mentioning one of my favorite authors, Jorge Luis Borges.

One of Borges's quotes, which I can't remember where I read it a few years ago, says: "I don't speak of revenge or forgiveness; forgetting is the only revenge and the only forgiveness." This quote doesn't explicitly refer to resentment, but in my view of the world, putting it into practice means living without this evil, purging it by radically discarding all resentment, returning the crystal to its natural state, without interference, without any damage.

And I return to the work of Jorge Luis, because I, like Beatriz Viterbo (Borges's dead beloved in Aleph, a story narrated in the first person because he is the writer in that story), have had ..."distractions, disdain"... and like every mortal, I have not been exempt from feeling resentment.

When I was a child, I saw my father curse my mother, I saw her suffer, I saw her panic, I saw her cry like I've never seen anyone else cry, and I held all of this close to my heart with deep pain for a long time. She knew the experience wasn't easy and, of course, she sought help for both of us. Although I never lacked the constant guidance of my maternal grandmother (my second mother), with her kind hand and her kind heart, I walked the path of goodness.

It took me a while to understand that forgetting is a liberating act. Although I've learned and continue to learn from every experience, I only want to store in my internal storage (mind) what truly brings me well-being. Rather than seeing it as a shield, I consider it a way to take care of my emotional health and respect my very essence.

This is how I was able to let go of the heavy burden when I reached maturity. Before, I had no awareness, much less the tools to do so. Over time, I forgot all the actions, words, and anxieties that were slowly sinking me, and only then did I dispel the storm clouds, allowing my garden to blossom with light.

At 38, it's become clear to me that I can't control the actions of others; I only take responsibility for continuing my path without resentment. I choose to genuinely extend my hand and not give power to anything that could harm me. Today, I choose to eradicate any resentment with forgetting and only remember what deserves to be remembered.

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