Ciertamente, desde que se concibe a un hijo y lo llevamos en el vientre aunque sea por poco tiempo, ya somos madres. Es injusto decir lo contrario a esas mujeres que sintieron el amor más profundo y no pudieron arrullarlo en sus brazos. Me gustó leer este texto, querida Eli. Hermoso y estremecedor, a la vez. Un abrazo.
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Así es, es injusto decir que ellas no son madres, cuando también lo son. Porque cuando el hijo de una mamá muere siendo viejo, esa mujer sigue siendo madre, así mismo desde que son un pequeño embrión. Son títulos que no se quitan con la ausencia de uno o el otro.