Esta es una de las cosas que nos agobia como madre luego de que empezara la pandemia, con mi hijo me paso que no quería apresurarlo a iniciar escuela y quise dejarlo disfrutar su niñez siendo eso, un niño que juega y aprende sin estrés ni presiones, cuando me decidí a por fin iniciar formalmente la escuela, me sorprendió la pandemia y ya no se pudo, entonces me toco iniciar las clases con el en casa, y la verdad es que la experiencia en principio fue bastante amarga, porque para ser sinceros para ser educador hay que tener en primera instancia paciencia y yo carezco de ella, mi hijo tiene un carácter muy fuerte y como ya dicen por allí, los niños saben a quien fregar, se fue tornando bastante difícil hacer las tareas en casa, yo me negaba a buscar ayuda con tareas dirigidas por temor al contagio, sin embargo llegado el punto en que de igual manera nos contagiamos en casa al final termine accediendo a buscar ayuda, y fue lo mejor que pude hacer, tanto para el como para mi, e incluso para nuestra relación madre e hijo.
Es en estos momentos cuando aprendemos a valorar el trabajo de los maestros sin duda alguna, de hecho mi pequeño me dice que la casa no es escuela y que el tiene que hacer sus tareas en la escuela con la maestra, así que te imaginaras mas o menos como son las cosas al momento de hacer las actividades escolares en casa. Terminamos convirtiéndonos además de en maestros, en negociantes, psicólogos, y en ocasiones en un ogro cuando la situación lo amerita jajaja. Que bueno que hayas buscado esa ayuda y sobre todo que tengas la posibilidad de pagarlo, estoy segura de que tu beba te lo agradecerá el día de mañana.
Así es, es admirable el trabajo de los maestros, la paciencia, sobre todo la vocación!! Yo no podía más terminar la mañana o la tarde las dos frustradas y sin ningún avance aparte de todo lo demás que debo hacer en el día, como dices uno se convierte en muchas profesiones jejeje. Pasábamos un mal rato y no era la idea, además que quiero tratar de animarla más adelante a leer, me encanta leer y quisiera que ella lo disfrutará y no que lo vea cómo algo obligatorio y tedioso. Ojalá podamos compartir juntas ese gusto hacia la lectura... Saludos amiga y fuerza!!