¡Hola apreciados lectores!
Encantada de estar disfrutando de este desafío que nos invita la comunidad #motherhood, una comunidad que nos motiva con sus iniciativas a contar esas historias bonitas con nuestros hijos. He pasado toda la semana buscando fotografías algunas ya están borrosas, ya voy por el día #6. En este día me doy cuenta nuevamente, que cada etapa de nuestros hijos es un menú diferente.
En sus primeros años su alimentación venía en su propio envase, siempre en su temperatura ideal, al natural y muy sana. Esta vez no mostraré esas imágenes, solo decir que es una sensación que aunque muchos pueden ver normal, no todos pueden realizar, esa etapa la disfrute al máximo.
Luego llegaron las sopas, cereales, esos jugos que complementaban la lactancia materna. Esas meriendas para llevar a la escuela, en algunas ocasiones improvisadas para salir de la rutina acompañada de una galleta para sorprender, mañana preguntaré a mis hijos que les parecía la merienda, me vino eso a la mente, seguro tendrán algo que decir y la pasaremos muy bien, luego les diré todo lo que respondieron mis hijos.
Luego llegó la hora de comprar en la cantina de la escuela, pero también trataba de que llevaran algo de la casa hecho por mi. Esto se prolongaba, me gustaba servir, en realidad me gusta, esa frase de mi abuela quedó grabada en mi memoria:"el que no come bien... no piensa bien.
Seguimos con esos panes tostaditos para la universidad, siempre les decía: "lleven ese pan seguro alguien lo recibirá".
En estos momentos recuerdo que las hallacas, el pollo a la broster, empanadas, carne guisada y el pasticho , es lo que más escucho decir que les fascina. La comida de la época navideña también es bien recibida, la torta negra la esperan con mucha ilusión.
Me gusta comer en casa, me he dado cuenta que les gusta más la comida de la calle, hamburguesas, perros calientes, por eso trato de hacer esas comidas en casa para que no coman tanta comida chatarra. Siento que cada día la comida rinde más, no me gustaría cocinar para mi sola, tendré que acostumbrarme a lo que ellos coman. Me gusta la comida casera. Ya mis hijos están grandes, debo ser sincera aman la comida chatarra, ahora con el delivery todo es más fácil. Hoy hamburguesas traídas a la puerta de la casa.
Todas las imágenes son de mi álbum familiar.
La comida con la sazón de una madre es la más sabrosa del mundo. Todo eso se ve delicioso, mi querida Lis. Un abrazo, amiga.
Hola querida @aurodivys, siempre me motivan tus comentarios
es así, pero a medida que van creciendo llegan otros sabores. Oye haré un poema
con eso que escribí "llegan otros sabores".
Se ve delicioso , ya me dio hambre voy a desayunar :)