Creo que el epílogo no es la vida que ellos podrían haber tenido o lo que podría haber pasado, se trata de una ensoñación de Sebastian, es decir, lo que él cree que podría haber sido su vida junto a Mia si él se hubiera ido con ella a París.
Por la forma en que está contado ese epílogo - y créeme que lo he pensado mucho porque he visto la película más de una veintena de veces - la sucesión de imágenes y los cambios de los hechos, se percibe la culpa y el arrepentimiento de Sebastian. Si te fijas bien, las cosas que hace Mia en ese epílogo no difieren de lo que hizo en la película, pero las decisiones de Sebastian sí: se imagina diciendo que no a Keith, besándola en Navidad cuando ella lo felicita después de oírle tocar (es decir, no quiere perder esos meses que pasaron hasta verla de nuevo), se imagina yendo a la obra de Mia, acompañándola a la audición y luego a París en donde se ve a sí mismo tocar Jazz en un club. Lo que está confesando es: yo pude haber hecho eso, yo pude haber hecho mi vida al lado de la mujer que amo sin que eso implicara renunciar a mi sueño. En pocas palabras: yo podía haber sido feliz.
Gracias por hablar sobre la escena, por dar tu perspectiva y mantener vivo el interés en este clásico del cine contemporáneo. Saludos.