El viaje que todos tendremos: El Viaje de Chihiro

La Vida es un viaje con paradas inesperadas, pero determinantes

El Viaje de Chihiro es una obra del legendario director y animador japonés Hayao Miyazaki. Cuando comencé a verla, sabía que sería una película rebosante de creatividad, pero definitivamente superó mis expectativas, y con creces. Está llena de personajes únicos y creativos, desde seres con formas peculiares hasta kamis y yōkai (deidades y representaciones de la naturaleza adoradas como dioses en la cultura japonesa), y transmite mensajes poderosos.

(El legendario Hayao Miyazaki)

Esta película abarca muchos temas profundos a través de la animación, de una manera simple y compleja a la vez. Sin embargo, me quiero centrar en uno en particular: la adaptación a los cambios.

Al principio de la película, Chihiro es inmadura y malcriada, y no está contenta con mudarse a una nueva ciudad. Pero a lo largo de la historia, demuestra tener un gran corazón, la capacidad de ver lo bueno en todos y, a pesar de estar en un contexto desconocido para ella, muestra coraje y valentía para superar sus miedos y seguir adelante en un mundo que le resulta extraño.


(El viaje que todos tenemos)

Al final de la película, Chihiro es una chica completamente diferente, transformada por las experiencias que tuvo que vivir para liberar a sus padres del hechizo que los convertía en cerdos y salir del mundo mágico. Durante su estancia en ese mundo, se enfrenta a numerosos cambios, a menudo luchando contra situaciones incómodas. Sin embargo, siempre demuestra ser diferente al no ceder ante la codicia o el miedo.

Este punto culminante en el viaje de Chihiro, que es el núcleo de la trama de la historia, es una representación asombrosa del proceso de adaptación al cambio por el que todos pasamos en algún momento de nuestras vidas.

En varias partes de la historia, Chihiro llora desconsolada, deseando no estar perdida en un mundo desconocido e incluso deseando que sea solo un sueño. Se siente impotente para cambiar su situación. Sin embargo, a medida que avanza, encuentra amigos, especialmente a Kohaku, quien tiene una profunda conexión con Chihiro. Él fue el espíritu de un río en el que Chihiro una vez estuvo a punto de ahogarse, y la rescató llevándola a la orilla. A lo largo de la historia, desarrollan un hermoso vínculo.

Ella experimenta todo el proceso de adaptación al cambio en este mundo mágico y emerge victoriosa, porque nunca se rinde. Enfrenta sus miedos, la incomodidad y la tristeza, y con algunas pequeñas ayudas, logra alcanzar sus objetivos.

Siento muchas similitudes entre el momento actual de mi vida y el viaje de Chihiro.

Estoy a punto de comenzar un curso, la universidad, tengo muchas aspiraciones, y estoy experimentando cambios. A veces los cambios son duros y complicados, pero en esos momentos de dificultad es cuando debemos salir adelante, ser valientes, tener coraje, ver lo positivo, y superar los miedos, y así saldremos victoriosos de cualquier momento dificil.

La vida es el viaje que todos tendremos, y así como Chihiro lo hizo, tu y yo también podemos crecer, mejorar y descubrirnos a nosotros mismos, en medio del proceso.

El Viaje de Chihiro es una película que va más allá de ser una simple obra de animación japonesa. Es un viaje en sí misma, un recordatorio de que la vida está llena de cambios y desafíos, pero que nuestra capacidad de adaptación y valentía pueden llevarnos a superar cualquier obstáculo. Así como Chihiro encontró la fuerza para transformarse y enfrentar un mundo desconocido, nosotros también podemos abrazar el cambio y descubrir nuestro potencial.

En mi propio viaje, encuentro inspiración en esta película y la forma en que Chihiro se convierte en una versión más fuerte y valiente de sí misma. La próxima vez que te encuentres en medio de un cambio o desafío, recuerda a Chihiro y su viaje, y permítete adaptarte y crecer.