Mi querida @isauris, lo siento, no fue mi intención. Por lo general, escribo historias alentadoras con finales felices. Pero en esta ocasión, quise recrear una situación real que ocurrió, ocurre hoy, y de seguro, ocurrirá mañana, mientras no armonicemos los sistemas de atención de salud. Donde el ser humano deje de ser un número y se respete lo invaluable de una vida humana.
Que tu llanto transmute en la energía que coadyuve a construir un mejor mundo sin culpas.
Un abrazo.