Senderos de palabras: La contemplación (I)

in OCD4 years ago


Composición propia usando imagen de Pxhere

En el devenir de la cultura humana se han ido trazando los más heterogéneos, profundos, complejos y sugerentes pensamientos, bajo diferentes modalidades discursivas (argumentos filosóficos, ensayos, reflexiones autobiográficas, relatos, poemas, aforismos, etc.). Por ellos o a su través, el hombre ha construido senderos (muchas veces bifurcados) que componen gran parte de su habitar en esta tierra.

Con este post quiero inaugurar una serie (indefinida en su duración) con el propósito de compartir citas, tomadas como fragmentos muy breves, para esbozar comentarios propios, nutridos de mi antología personal del conocimiento, sin mayores pretensiones.

En esta primera vez traigo dos notas acerca de

la contemplación


En la Historia natural del escritor romano del siglo I, Plinio el Viejo leemos:

La contemplación de la naturaleza me ha llevado a no considerar nada como increíble.

El escritor francés contemporáneo Julien Gracq escribe en su libro de crítica Letrinas I:

¡Tantas manos para transformar el mundo y tan pocas miradas para contemplarlo!


Imagen de KatinkavomWolfenmond en Pixabay


Las dos primeras notas se conjugan perfectamente. Es gratificante saber que, desde la visión de un pensador antiguo como Plinio, no solo se reconozca como práctica propia la contemplación de la naturaleza, sino, más aún, que se le otorgue el aporte de abrirnos a lo posible, a lo insospechado, al enigma. Facultad de la contemplación que la convertiría en nutriente esencial de nuestro espíritu.

Y luego, el apunte de Julien Gracq, que, desde nuestro tiempo, ironizando con una famosa frase de Karl Marx ("Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo"), nos devuelve a lo esencial y primario, en afinidad con Plinio: la contemplación. Es decir, refirma el poeta la necesidad de abrirse por los sentidos a las cosas, anterior a cualquier otra actividad, y lejos de ciegos voluntarismos, tan propios de nuestra cultura moderna. La mirada es la figura para sintetizar la actitud y aptitud (sensorial y mental) de apertura al mundo físico, pero que, como desliza Plinio, nos conecta con otras realidades.

Para finalizar. Cuando se revisa la etimología del verbo contemplar, solo se nos refiere a la expresión latina contemplare, y hasta ahí. Quisiera, en el modo entronizado por ciertos pensadores (Heidegger, por ejemplo), ingeniar una "etimología" que me permitiera, a partir de la conjugación contemplo, jugar morfológica y semánticamente: con-templo; es decir, la empatía que propicia el cultivo de lo sagrado (ver definición de templo en el DRAE).


Continuaremos hablando, al menos una vez más,

de la contemplación. Gracias por su gentileza.

celf discord

#posh