Sobran las palabras y falta mucha vergüenza. Ni España ni ningún país está a salvo, no es verdad que el peligro haya pasado y lo que no se puede hacer es imitar la política del avestruz, escondiendo la cabeza debajo tierra pensando que así todo esto pasará. Es ridículo y ciertamente bochornoso. Nuestros sanitarios tienen todo el derecho del mundo a manifestarse, y hacen muy bien en pedir justicia, porque son los que mejor saben, no sólo lo que se necesita en los hospitales donde prestan sus servicios, sino también que esto continúa y que ya no vale decir aquélo de: no nos lo esperábamos, nos ha cogido completamente desprevenidos, igual que al resto del mundo. El mundo sabe ya a lo que se enfrenta y sabe también que debe tomar medidas preventivas, empezando por los hospitales, los centros de salud y sobre todo, las residencias donde nuestros mayores han pagado el mayor precio y donde todavía se sigue manteniendo un sistema injusto, inhumano y grotesco, donde el lucro y sólo el maldito lucro parece ser lo único que cuenta. En fin, un Gobierno que da la espalda a sus ciudadanos y los engaña con falacias y mentiras, no es un Gobierno. Como dice Bierce: son unos degradados que entran en la política para medrar a costa de la sangre y del sufrimiento de otros. Vergüenza de vergüenzas. Otro abrazo para ti.
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