Ya es tarde para volver a nacer...
Tu voz ya no resuena en la casa.
Nunca más compartiremos tardes de café...
¿Para qué seguir viviendo
si a tu lado aprendí
todo lo que la vida tenía
que enseñar y saber?
Te recordaré cada día
mientras la memoria no me falle.
Y viviré el resto de mis días
con tu ausencia, que por ley de vida,
persistirá hasta que llegue mi hora y de tu pecho me alimente otra vez.
Poema propio.
Fuente de la imagen... Propia
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