—¿Un vampiro tal vez? Preguntó el oficial subordinado; superstición propia de lugareño al fin.
—No juegues. Es curioso que justo cerca o en la carótida. ¿Una serpiente tal vez? –Pensó en voz alta el alguacil.
—No soy experto en conducta animal empero, he oído que los vampiros pueden detectar los latidos del corazón y que poseen habilidad para atacar en puntos tácticos. –Vaciló conservando la duda.
—Pues lava esos oídos tuyos y deja de creer lo primero que oyes. –Espetó soberbio el subordinante.
En poco tiempo llegó la unidad forense para revisar el cadáver que yacía lívido en las tempranas horas del día y determinar las circunstancias de su muerte y/o el por qué; además, saber qué agujereó su cuello.
No determinaron –en el momento– nada más que una serpiente causó esos hoyos particulares de una mordedura. Pero tenían que hacer revisión completa por lo que llevaron el cuerpo al laboratorio.
"En Pueblo Del Valle algo como eso no se vio hasta ahora... " Fueron las especulaciones del equipo para alarmar a la gente por su cuidado y advertirles indirectamente de un posible asesinato en serie, o de un individuo con problemas mentales tal vez.
En fin, los resultados contrastaron escasez en rastros tóxicos de serpiente específicamente. Tampoco coincidía los agujeros por su ambigüedad y la profundidad de las heridas relativo a dicho animal.
Sin embargo una dosis casi letal de Cicuta encontrada en su organismo apuntó que fue administrada antes de el ataque al cuello y que no fue eso lo que lo mato ipso facto como debió ser. Tampoco se encontró evidencia humana por ningún lado, nada, parecía perfecto el crimen.
A el alguacil le quedó la duda sobre aquel extraño suceso, caminaba sin dirección mientras pensaba y analizaba. En busca de una pista salio a tomar aire en su patrulla esta vez sin copiloto. Paseó por la ciudad malgastando el combustible estipulado a su unidad hasta tomar la decisión acerca de la idea que desde hacía ya rato revoloteaba por su mente: Ir al lugar del hecho e intentar recrear la situación para ver que podía encontrar.
Ésa noche de las 23:30 ya en el sitio buscando con la vista, el alguacil Belisario notó entre el ramaje a su derecha brillar con la luz de la luna llena un pequeño frasco, posiblemente era el de la cicuta que para cuando intento ponerlo en la bolsa para evidencias se desvaneció en sus manos dejando en la palma de su mano una letra dibujada como trazada con carbón y precisión simétrica de un dibujante obsesivo.
Tenia todos los sinónimos de extraño, todo eso... Belisario continuó aún con mas dudas hacia la estación de combustible mas cercana para llenar el tanque de gasolina y retomar su trabajo con mas incógnitas.
XXXX
Otro día de trabajo para el compañero del alguacil le esperaba al igual que su subordinante, tarde ya, decidió ir por el para seguir las investigaciones que lo persiguen con raras señales... Pero el joven oficial descansaba muerto con dos agujeros en su cuello y como hecho de porcelana. Viró hacia hospital con el cuerpo para que el equipo forense evaluara otra víctima, –su compañero– con el alma atónita y con esa pizca de miedo y frustración que domina al insensible.
Alguacil se que usted no cree en lo paranormal pero... Vea ésto:
«Pueblo del Valle, el pueblo que hoy civilizado, mas de medio siglo atrás escupió crías malignas de las grutas que resguardaban sus enormes montañas según los Chamanes vernáculos.
Criaturas abominables que se ocultan en los mas remotos y lúgubres escondites del pequeño pueblo generando así un aire difícil de respirar, un clima gris y atenuante en días de luna llena.
Condesa Vampiria Von Hansen siempre ha dado lugar al mito que mas acecha al Pueblo del Valle inyectando sus colmillos y extrayendo la sangre humana de los soberbios, deshonestos o quien sencillamente con ella se encuentra en su emboscada».
—¿Qué opina de eso señor?.
—La gente ya no sabe que hacer para sacar dinero de esas máquinas de internet y todo eso, es absurdo. Me voy, debo asistir al velorio de Hernández.
El velorio estuvo digno y demás pero Belisario seguía atónito, parecía un autómata. Pensó en la soledad que la mujer de su excompañero sentirá así como lo siente Belisario después de que su esposa lo dejó por infiel. Nada de eso tenia sentido y decidió encontrarle alguno virando hacia el lugar del primer asesinato. Decenas de preguntas lo atormentaban como como murciélagos viciados.
La noche que tan rápido coloró de negro azulado el cielo ese día a su vez en el bosque, desprendía un inminente vendaval poco común para ese vetusto lugar.
Por tanto con preguntas distraídas entre sí, el alguacil divisó al final de un árbol burlón unos aparentes ojos de gato que lo indujo a ir tras ellos que mientras más se acercaba a los ojos, los mismos disminuían la intensidad de su luz pero el valeroso hombre con arma en mano y linterna en la otra proseguía; exigió que quien fuese que ahí estuviese saliera de inmediato. Pero lo que fue ni se inmutó.
Un traspié hizo que cayera al suelo perdiendo la luz y el arma. Y todo se torno obscuro. Los ojos ya no estaban, ni si quiera el mas remoto indicio de que hubiese algo o alguien.
Tanteando desesperado logró encontrar su arma y la linterna averiada. Intento volver a su coche a oscuras y comenzó a escuchar susurros, parecían provenir de cualquier dirección.
—Yo los mate! Yo hago que alguien dé cicuta al hombre, para distraer y matar;
—Mientras nadie está,
otra trampa hay hecha ya!.
—Contigo lo mismo pasará!.
—Tu soberbia y deshonestidad te acabarán.
—Robaré sus almas para llevarmelas allende.
El alguacil abrumado, confuso y desesperado ya no sabia que creer ni que pensar solo no quería estar ahí con su visión borrosa y esa voz que lo atormentaba. Intentaba con dificultad hallar una salida rápida pero la voz se pronunciaba cada vez mas odiosa hasta ver en un reflejo una luz y, casi arrastrando sus pies que de repente parecían dos piernas de plomo, quiso emprender un trote por el cual se desplomó. Frente a él una túnica negra a través de la cual no dejaba de verse una tenue luz que vislumbraba refugio, reunió sus escasas energías para verle, quien estaba bajo del atavío arcaico. Era una mujer; piel de diamante, ojos de fuego y labios de roja pasión que con un atávico chasquido de sus dedos robo la única esperanza que el alguacil Belisario guardaba apagando la pequeña y contraste luz cuando a su vez Belisario intentó sacar su arma para dispararle a la criatura, ésta lo inmovilizó parcialmente quedando bajo la maldad del sublime espécimen en la oscuridad del bosque haciendo ella, como castigo arder la letra en la palma de la mano del Alguacil; dibujada aquel día.
";...;"
[ENG] ";...;"
—A vampire, perhaps? asked the subordinate officer; a local superstition at last.
—Don't play games. It's funny that right near or in the carotid. A snake maybe? -The sheriff thought aloud.
—I'm no expert on animal behavior, but I've heard that vampires can detect heartbeats and have the ability to strike at tactical points. -He hesitated, still in doubt.
—Well, wash those ears of yours and stop believing the first thing you hear. -The subordinate spat haughtily.
In a short time the forensic unit arrived to review the corpse that lay livid in the early hours of the day and to determine the circumstances of his death and/or the reason for it; in addition, to know what pierced his neck.
They did not determine -at the moment- anything other than that a snake caused those particular holes of a bite. But they had to do a complete examination so they took the body to the lab.
"In Pueblo Del Valle something like that was not seen until now? " Were the speculations of the team to alarm people for their care and indirectly warn them of a possible serial murder, or a mentally challenged individual perhaps.
Anyway, the results contrasted scarcity in toxic snake traces specifically. Nor did they match the holes for their ambiguity and the depth of the wounds relative to that animal.
However, an almost lethal dose of Cicuta found in his organism pointed out that it was administered before the attack to the neck and that it was not what killed him ipso facto as it should have been. No human evidence was found anywhere, nothing, it seemed to be a perfect crime.
The sheriff was left in doubt about that strange event, he walked without direction while thinking and analyzing. In search of a clue, he went out to get some air in his patrol car, this time without a co-pilot. He strolled through the city wasting the fuel stipulated for his unit until he made a decision about the idea that had been fluttering in his mind for some time: Go to the scene and try to recreate the situation to see what he could find.
But that night at 11:30 p.m., already at the site, Sheriff Belisario noticed among the branches to his right a small flask shining in the light of the full moon, possibly the hemlock that when he tried to put it in the evidence bag vanished in his hands leaving in the palm of his hand a letter drawn as if traced with charcoal and symmetrical precision of an obsessive draftsman.
It had all the synonyms of strange, all that? Belisario continued with even more doubts towards the nearest fuel station to fill the gas tank and resume his work with more unknowns.
XXX
Another day of work for the sheriff's partner was waiting for him as well as his subordinate, late already, he decided to go for him to follow the investigations that pursue him with strange signs... But the young officer lay dead with two holes in his neck and as if made of porcelain. He turned to the hospital with the body for the forensic team to evaluate another victim, -his partner- with a stunned soul and with that pinch of fear and frustration that dominates the insensitive.
Sheriff I know you don't believe in the paranormal but.... Take a look at this:
« In Pueblo del Valle, the town that today civilized, more than half a century ago spat evil offspring from the caves that guarded its enormous mountains according to the vernacular _Chamans_.
Abominable creatures that hide in the most remote and gloomy hideouts of the small town generating an air difficult to breathe, a gray and attenuating climate in days of full moon.
Countess Vampiria Von Hansen has always given rise to the myth that most stalks the people of the Valley, injecting her fangs and extracting human blood from the proud, dishonest or those who are simply ambushed by her».
—What do you think about that, sir?
—People don't know what to do anymore to get money from those internet machines and all that, it's absurd. I'm leaving, I have to attend Hernandez wake.
The wake was very nice and all, but Belisario was still stunned, he looked like an automaton. He thought of the loneliness that his ex-partner's wife would feel as Belisario felt after his wife left him for cheating. None of it made any sense and he decided to find some sense by turning towards the place of the first murder. Dozens of questions tormented him like vicious bats.
The night that so quickly colored the sky blue-black that day in the forest gave off an impending gale uncommon for that ancient place.
Therefore with distracted questions among each other, the sheriff spotted at the end of a mocking tree some apparent cat's eyes which induced him to go after them which the nearer he came to the eyes, the more the eyes diminished the intensity of their light. But the brave man with gun in hand and flashlight in the other went on; he demanded that whoever was there come out immediately. But whoever it was did not even flinch.
A stumble caused him to fall to the ground, losing his light and his gun. And everything became dark. The eyes were gone, not even the remotest indication that there was something or someone.
Desperately groping around, he managed to find his gun and the broken flashlight. He tried to return to his car in the dark and began to hear whispers, they seemed to come from any direction.
— I kill them! I make someone give hemlock to man, to distract and kill;
—While no one is,
another trap is already made.
—With you the same thing will happen.
—Your pride and dishonesty will finish you.
—I will steal their souls to take them «allende».
The sheriff, overwhelmed, confused and desperate, no longer knew what to believe or what to think, he just did not want to be there with his blurred vision and that voice that tormented him. He tried with difficulty to find a quick way out but the voice was pronounced more and more hateful until he saw in a reflection a light and, almost dragging his feet that suddenly seemed like two lead legs, he wanted to start a trot but he collapsed. In front of him a black robe through which a faint light that glimpsed shelter could not fail to be seen, gathered his meager energies to see him, who was under the archaic attire. It was a woman; skin of diamond, eyes of fire and lips of red passion that with an atavistic snap of her fingers stole the only hope that the Bailiff Belisario kept, turning off the small and contrasting light when in turn Belisario tried to draw his gun to shoot the creature, this one partially immobilized him, remaining under the evil of the sublime specimen in the darkness of the forest, making her, as punishment, burn the letter in the palm of the Bailiff's hand; drawn that day.
La soberbia es una discapacidad que afecta a pobres miserables que se encuentran de golpe con una pequeña cuota de poder.
Pride is a disability that affects poor wretches who suddenly find themselves with a small share of power.
Gracias por leer!!
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