El equipo de #literatos está promoviendo un nuevo concurso en homenaje al poeta español Lope de Vega. ¡Yo quiero invitarlos a participar!
Aquí está el llamado al concurso: Concurso de Décima Espinela, en tributo al escritor español Lope de Vega
Se trata de postular una Décima espinela que debe su nombre a la insistente alabanza de Lope de Vega al trabajo de su maestro Vicente Espinel, quien, según la apreciación del autor de Fuenteovejuna, demostró su genialidad al fijar la fórmula definitiva para la combinación de las rimas entrelazándolas en los versos.
Fue Lope de vega el que propulsó el uso de la décima espinela al recomendarla y usarla insistentemente. Un interesante estudio nacido de la curiosidad por conocer las décimas del propio Espinel es el texto elaborado por Maximiano Trapero Vicente Espinel, la Décima espinela y lo que de ellos dicen los decimistas resalta, como dato curioso, la poca productividad de Espinel en las décimas, pero por sobre todo el convencimiento de Lope de Vega sobre la riqueza de la fórmula:
La décima espinela no es, pues, ni con mucho, la más importante estrofa en la obra poética de Espinel, por el contrario, en su conjunto, no pasa de ser una anécdota. Así que con razón se dice que la fama de la espinela se la dio, no su creador, sino Lope de Vega, al ponderarla y darle el nombre por el que se la conoce: espinela. (...) Él fue quien la difundió, él quien le puso nombre, él quien primero la utilizó, después de Espinel, y él quien la metió en el Parnaso Español. Y por Lope entró también en el teatro, hasta convertirse en la estrofa preferida, junto con el romance, del drama y de la comedia del Barroco. Entre otros, la utilizó Calderón en La vida es sueño, logrando en ella algunas de las mejores décimas de la poesía española.
En los galeones que llegaron a América, en los procesos de conquista y colonización, llegó la décima espinela. La presencia de los galeones y la belleza de la décima espinela hizo nacer nuestros galerones. Un fenómeno semejante, con diferentes nombres, ocurrió en toda nuestra América ibérica.
Este sentimiento se recoge admirablemente en esta décima, de la que no tengo en este momento autoría:
Aunque el poeta inventor
fuera Vicente Espinel,
la décima ya no es de él,
sino del pueblo cantor.
Si la inventó un ruiseñor
o si la plantó un isleño
o si fue un margariteño
quien le dio la picardía,
como no es tuya ni mía
nos tiene a todos por dueño.
Nuestro cantautor José Joaquín Salazar Franco (Cheguaco) insiste en el respeto a la fórmula de Espinel en una composición que inicia así:
La décima fue creada
por Espinel el cantor
y por derecho de autor
su forma le es respetada,
no puede ser transformada
ni en su esencia más secreta
por ningún triste poeta
con escasa vocación
porque pierde entonación
quien la rima no respeta.
Otro trabajo en línea, (consultado para elaborar este post) El Galerón, alma de la música del oriente de Venezuela nos refresca, bellamente, la fórmula de la décima espinela: abbaaccddc.
a. La décima sabe a miel
b. a café, tabaco y caña
b. desde que vino de España
a. con la firma de Espinel.
a. De ese antillano vergel
c. la cautiva del arroyuelo
c. la fecundidad del suelo
d. del campo la exuberancia,
d. de las flores la fragancia,
c. y el color azul del cielo.
Como cita el post de @es-literatos que llama al concurso, Lope de Vega dijo en Arte nuevo de de hacer comedias en este tiempo que «las décimas son buenas para quejas»
Sor Juana Inés de la Cruz lo entendió muy bien, según vemos en su Memorial a un juez, quejándose para procurar justicia:
Juzgo, aunque os canse mi trato,
que no os ofendo, en rigor,
pues en cansaros, señor,
cumplo con vuestro mandato;
y pues éste fue el contrato,
sufrid mis necias porfías
de escuchar todos los días
tan continuas peticiones,
que aquestas mis rogaciones
se han vuelto ya letanías.
Una viuda desdichada
por una casa pleitea;
y basta que viuda sea,
sin que sea descasada.
De vos espera, amparada,
hallar la razón propicia
para vencer la malicia
de la contraria eficacia,
esperando en vuestra gracia
que le habéis de hacer justicia.
¡Cuánta razón demuestra Sor Juana que tenía Lope de Vega en el poder de la décima para quejarse! Pero no olvidemos que él también habló de su condición dulce y sonora que la hacía propicia para el canto... los siglos han demostrado que ha servido para expresar infinidad de sentimientos:
Mis tres hermanos queridos
se los llevó la corriente,
dice un niño tristemente,
¡qué caso tan dolorido!
Marchamos todos unidos
a bañarnos sin temor,
vino el río con su furor,
se los llevó muy ligero,
cuando desaparecieron,
cuánto sería mi dolor.
Violeta Parra se propuso hacer su autobiografía utilizando la décima como recurso. De esa biografía esta preciosa composición:
Volver a los diecisiete
después de vivir un siglo
es como descifrar signos
sin ser sabio competente.
Volver a ser de repente
tan frágil como un segundo.
Volver a sentir profundo
como un niño frente a Dios.
Eso es lo que siento yo
en este instante fecundo
El impacto de la décima espinela es inmenso en la poesía popular latinoamericana, podríamos decir inconmensurable, por la manera como se ha introducido en la mente y en el sentimiento de los cultores, los llamados cultores populares y los llamados académicos. Algún día debería borrarse esta odiosa e innecesaria distinción en honor a esta forma de expresión poética que permea por igual el sentimiento de los que escriben que el de los que improvisan.
Terminaré este post con el Galerón con una negra de nuestro magnífico poeta Aquiles Nazoa e invitándolos a sacar de sí una Décima espinela y presentarla al concurso que la gente de #Literatos está promoviendo.
Desde Guachara al Cajón
de Cazorla a Palo Santo
no hay negra que baile tanto
como mi negra Asunción.
Cuando empieza el galerón
y entra mi negra en pelea,
todo el mundo la rodea
como hormiguero a huesito.
¡Por que hay que ver lo bonito
que esa negra joropea!
Que esa negra joropea
bien lo sabe el que la saca,
que la compara a su hamaca
cuando hay calor y ventea.
¡Así es que se escobillea!
Le dice algún mocetón.
Y en su honor hace Asunción
una figura tan buena
que como flor de cayena
se le esponja el camisón.
Se le esponja el camisón
y el mozo que la ha floreado:
¡Un Permiso cuñado,
que es conmigo la cuestión!
Luego se ajusta el calzón,
la engarza por la cintura
y con tanta donosura
se le mueve y la maneja
que la negra lo festeja
con una nueva figura.
Con una nueva figura
en que ella se le encabrita
como gallina chiquita
cuando el gallo la procura.
¡Venga a verla, don Ventura!
grita alguno del corral,
y desde allí el caporal
dice con cara risueña:
Baila bien esa trigueña;
yo la he visto en Guayabal.
Yo la he visto en Guayabal
y también en San Fernando
Yo vengo el llano cruzando
de paso para El Yagual,
y aunque decirlo esté mal
por parecer pretensión
desde Guachara al Cajón
de Cazorla a Palo Santo,
¡No hay negra que baile tanto
como mi negra Asunción!
¡Gracias por leer!
@gracielaacevedo
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Muy didáctico. Tal vez ahora sí me anime a participar. Por cierto, qué cercanía de la décima con nuestras manifestaciones culturales.
Qué buena noticia! Escribirás con seguridad algo muy bueno...ojalá haya mucha participación será una fiesta d lectura! Cierto lo de la cercanía con las manifestaciones culturales, total, @morey-lezama!
Está muy bueno tu post, @gracielaacevedo; muy completo, tanto por destacar la importancia de Lope de Vega en la relevancia histórico-literaria que le dio a esta forma de composición, como por tu fundamentación muy ilustrativa del valor de la décima para la poesía popular latinoamericana. Agradecido, en nombre de #Literatos, por ese apoyo y ayuda en la promoción del concurso.
Lo hice con mucho gusto, @es-literatos...Mucho éxito en la convocatoria!
¡Maravilloso aporte! Un extraordinario complemento para el conocimiento de la décima. ¡Gracias por compartir este contenido!
Gracias a ustedes por el acierto en el concepto de la convocatoria @ylich.