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Gracias por el comentario @hispaliterario , ciertamente quise darle ese giro para dar más importancia al tema de la fuerza del amor; siempre me impresionó, desde joven, el tema del amor imposible o el amor truncado por la muerte cuando leí la Divina Comedia; con su protagonista Dante que hace un viaje fantástico a los confines del más allá en busca de su amada. Yo tendría tal vez 15 o 16 años y mi novia había desaparecido, ni siquiera me enteré de la mudanza de su familia, desde Cumaná a Caracas, pues la veia una o dos veces por semana y ella estudiaba en el Liceo Sucre y yo en el Silverio González. Por mucho tiempo la busqué por todas las calles de Cumaná y jamás supe de ella. Era la época en que no habían inventado los celulares y por supuesto no existían las redes sociales; sino la inmensidad del mar que baña las costas de la Primogénita del Continente, bajo un cielo azul, eternos compañeros de mis desdichas hasta que cumplí 18 y me vine a Caracas en busca de un nuevo destino. Lo del tema de la casa solitaria es secundario en mi historia, lo dejo a los lectores; como autor no debo revelar todo lo que está en las secuencias de un relato. Pudiera ser que la casa no se tragó a esas personas ; sino que efectivamente fueron secuestradas. En nuestro país han desaparecido miles de personas y no todos los desparecidos son por razones políticas; ustedes saben que hay otras razones que maneja el hampa organizada. Dante Miguel ve las figuras fantasmales igual que Beatrice porque ambos viven el dolor y la desesperación por la misteriosa desaparición de sus seres queridos e igual que el vecindario, por impotencia, se lo atribuyen a la casa solitaria.