Paralelamente
Nada de esto tiene sentido, y eso es emocionante.
Lo absurdo, lo inusual, lo extraordinario, eso somos. Un par de raros.
Y cuando éramos dos seres desconocidos
coincidíamos en mucho, pero nunca en lugar y hora.
Caminos paralelos. Formaciones complejas.
Dolor, tristeza, miedo (mucho miedo), inseguridades,
y otras no tan amargas cualidades compartidas.
A decir verdad, parece que todo debía ser de esa manera.
Necesitábamos cada minuto de precuela.
El desarrollo de cada uno nos permitió formar
la gran madurez con la que contamos.
Necesitábamos entender mejor la intensidad de nuestro querer.
Me tomó años hacerlo, pero ahora lo sé:
tú siempre has sido mía y yo siempre he sido tuyo.
Eres fundamental para cumplir y finalizar
con la persecución de mi destino.
Eres mis sueños y los tuyos (los mismos).
Eres mi necesidad. Una dosis de motivación.
Bendito bautizo que nos marcará de por vida.
El frio de la noche y el calor de la hoguera en la callejuela...
Nada recuerdo mejor que sentir el aroma de tu cabello
y toda tu fuerza entrelazada en mi cuerpo.
Me bastó con esa pequeña fracción de tu amor
para saber que lo quería para siempre.
Tarde llegó la claridad.
Si lo hubiera sabido entonces…
Había que darle la vuelta al mundo
para encontrar al final del recorrido
aquél alma que se atrevió a hacer lo mismo
justamente en la dirección opuesta.
Ahora te tomaré de la mano
para no soltarte nunca.
Dear tomboy
Así me gustas, justo como tú quieres verte.
Soy fanático de tu sensual androginia
y celebro que tú también goces de tu apariencia.
Siempre has sido increíblemente hermoso,
pero nunca estuve tan perdido en tu belleza.
Me enamoré de tu cuerpo femenino y tus gestos masculinos.
Así, como eres, me vuelves loco.
Muero por besarte y enredar mis dedos en tu mullet.
Quiero servirte y que hagas de mi cuerpo tu total pertenencia.
Tú me encantas, chico lindo, chica linda, no binario;
así como eres realmente.
