Me uno a la celebración de los 92 años de vida del poeta venezolano e internacional Rafael Cadenas, hoy 8 de abril, cuando en el mundo hispano confluyen solidarios y emotivos esfuerzos en honrar a nuestro querido escritor, encabezados por el Instituto Cervantes en España, el Instituto Caro y Cuervo de Colombia, y en Venezuela la Librería El Buscón, La Poeteca, la Fundación para la Cultura Urbana, Prodavinci, entre otros. Este evento, que se extenderá por todo el año, ha estado bajo el lema Celebremos a Cadenas y el hastag #FlorecemosEnUnAbismo (frase suya).

Participo en esta celebración con un sencillo post acerca de un hermoso libro titulado Rafael Cadenas. Rostros y decires, que fuera publicado en 2010, concebido y producido por la fotógrafa Lisbeth Salas (de quien son la mayoría de las fotos), diseñado por Álvaro Sotillo y aparecido bajo la Editorial La cámara escrita, en una exquisita impresión de ExLibris. No sé cuántos ejemplares salieron de él, pero tuve la suerte de que me fuera regalado uno por un amigo.
No puedo publicar su portada, porque no la tiene, al menos al modo tradicional. Escanearé la portadilla para ponerla por aquí.
Rafael Cadenas. Rostros y decires es un libro muy peculiar –y diría que un “libro de culto”–, en el que la artista Lisbeth Salas se propuso hacer una suerte de recorrido por la vida de la persona, del escritor, en sus fases públicas, pero, sobre todo, en sus momentos casi privados o desconocidos, a través de un conjunto muy amplio de fotos del álbum familiar de Cadenas o realizadas por ella, con una interesante propuesta gráfica que incluye textos manuscritos o mecanografiados, momentos relevantes de la experiencia del poeta (desde la infancia, juventud, adultez), la vivencia de Caracas, sus principales viajes (Madrid, Trieste, Boston), reconocimientos (“fidelidades” las llama: Cervantes, Whitman, Rilke, Pessoa, D. H. Lawrence, Cavafys, Borges), amistades, textos publicados o reescritos, textos inéditos, entre otros aspectos.
El concepto editorial y gráfico del libro es único en Venezuela. Desde su tamaño, la cubierta, el papel usado, la distribución de sus partes, la disposición de los textos y los tipos de letras empleadas, la conjunción de fotos de diverso origen y modalidad, entre otros aspectos muy llamativos.
En la reproducción de algunos textos inéditos, y de unas pocas fotos del libro (escaneadas por mí) consistirá este post homenaje al poeta Rafael Cadenas.

Entre los textos inéditos (para el momento), he escogido tres que comentaré muy brevemente.
Ser
Si lo vislumbraste
¿por qué no resplandeces?
¿por qué tu idioma es el mismo?
¿por qué tus palabras no dan en el cuerpo?Ah, es que el viejo camino
no se desprende de tu paso.
La poesía de Cadenas ha sido siempre, desde su primer libro (Una isla, 1958), un sondeo, una duda, una interrogación, un asentimiento, de la vida y del ser propio como hombre y su quehacer poético. Lo que queda expresado en este texto podría interpretarse como un doble reconocimiento: el de una permanencia (fidelidad) y, quizás, una resistencia.

El origen
es siempre ahora,
el ahora perenne,
foráneo al tiempo,
destellante de no pasar.Lo vives
para sentirte más allá
de ti.
Es muy significativa esta contemporaneidad que le da al origen y al ahora. En una visión convencional, limitada, el primero se reduciría a un pasado lejano. Pero el poeta lo concibe como un “siendo”, es decir, como ese “estar-aquí” que perdura, fuera del tiempo estrictamente cronológico, que nos devuelve contantemente a nuestro sentido del vivir aquí y ahora. Visión en la línea de Aproximación al origen de Salvador Pániker.

La Búsqueda
Nunca encontramos el Grial.
Los relatos no eran verídicos.
Sólo la fatiga de los caminos acompañó
a los que se aventuraron,
pero se esperaban historias,
¿qué sería nuestro vivir
sin ellas?Nada se resolvió,
hubiéramos podido quedarnos en casa.
Es que somos tan inquietos.
Sin embargo, concluido el viaje
sentimos que en nosotros
–ya no rehenes
de la esperanza–
había nacido
otro temple.
El poema alude a una de las búsquedas más legendarias grabadas en la cultura occidental, vinculada a una aventura para acceder a esa reliquia asociada al misterio cristiano, y por ahí, a lo sagrado. En un tono irónico, desmitificador, la voz nos confronta con el sentido que tienen (han tenido) esas hazañas en la vida de la humanidad, que solo han alimentado nuestra imaginación. Y, ya despojados de toda ilusión o fuera de esas excusas en la procura del sentido, nos descubrimos habitados por una condición (interesante la relación temple-templo) que, aunque la voz no lo dice, parece insinuar el asentimiento de la realidad esencial, que podrá ser este “ahora” del principio.

Este hermoso libro de Lisbeth Salas (que contó con la participación del poeta) constituye un fundamental peldaño en el acercamiento o adentramiento en la vida y obra de Cadenas, que agradecemos como lectores que hemos sido (somos) de nuestro apreciado escritor, hoy celebrado con todo merecimiento.

Gracias por su atención.



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Una obra para enmarcar, excelente, bendiciones.
Gracias por tu comentario, @arturocajoti86. Saludos.
92 años bien vividos y bien cumplidos, que la vida le siga llenando de años y de poesía a este gran hombre!
Que así sea. Gracias por tu visita, @fixie.