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And again...
Una, y Otra vez...
Ayer estuve cayendo sin cesar, y mientras las personas me veían caer, gozaban de alegría que hasta salían de sus casas para verme caer desde muy alto pero tan alto como si me tiraran de las nubes pues caía y caía. Algunos se preguntaban por qué estaría cayendo y otros quizás sabían la razón pero en ese momento no les importaba ese tema de conversación, ya que sus pensamientos eran otros. Poco a poco con el paso del tiempo mi caída se hacía más lenta pues no parecía caerme con la misma velocidad de antes y la gente que por un tiempo contemplaban mi caída se fueron retirando poco a poco porque ya tal vez no era lo mismo de antes. Desde la tarde que empecé a caer he tardado todo este tiempo hasta horas de la noche. La gente se fue y aquí estoy yo, por fin, he caído. Hasta hubo algunos que dijeron: ¡por fin! . Allí me encontraba yo, tirado y mezclado con la corriente del río a causa del gran impacto que tuve con este, pues sin darme cuenta ya era parte del río y el río era parte de mí los dos nos pertenecíamos y mientras fluía con la corriente viajando por distintas canales, riachuelos y unas que otras cascadas de pequeña magnitud yo de alguna manera sentía la presencia de aquellos que me vieron caer pero ellos de mí no se dieron cuenta y era porque ya no era el mismo de antes y lo que algunas vez fui. Lo dejé de ser pues ahora estoy siendo parte de otra. Así que ni morí, ni resucité y como dos pinturas me he mezclado y entrelazado para poder seguir mi camino y así fue durante varios días hasta que empecé a tornarme de un tono más oscuro y de un sabor extraño. Estas dos combinaciones de pintura se mezclaron con una tercera, y mientras me mezclaba de lo dulce a lo salado, venia venir mi nueva transformación. ¿Estaré evolucionando? Eso no lo sabía decir ni explicar con claridad, lo único que sabía era que estaba cambiando de nuevo, y como no puedo hacer nada para evitarlo solo decido mezclarme con esto. El mar, aquí todo es diferente, aquí las corrientes van y vienen y todo es confuso, era casi un tormento por lo que no lo soportaba. Después de varios días de sufrimiento, he decidido que es mejor dejar ir las cosas, y como alma que deja su cuerpo, decido irme para quitarme todos estos males y purificarme nuevamente tal y como era antes. Y aquí estoy de nuevo, como un bebé abrazando las nubes y no queriéndola soltar hasta que llegue su debido momento.
Las imágenes fueron reeditadas con las aplicaciones PhotoScape y Lumii además de ser tomadas por un celular Ssmooth.