Me dijo que ella no quería defensor
Que le bastaba consigo misma
que no necesitaba un guardián.
Pero es de humanos por naturaleza
defender lo que a uno le pertenece,
me dejó muy en claro que ella
era libre...
Libertad que no supe valorar
pues temí,
solemos decir que no atamos a nadie
en nuestras vidas, mentira profunda.
Es que los espectros de mi pasado
me seguían y no los podía olvidar
era eso lo que me volvió insensible
llegué a pensar que era un condena
De los dioses.
Que me depara el porvenir,
no lo sé;
lo que venga lo quiero junto
A ella.