Esta es la historia de la familia Díaz, humildes, llenos de alegría sin importar las circunstancias que les ha tocado vivir. Estaban recién casados y decidieron integrar a un integrante más adoptando a un cachorro, ya que no estaban listos para ser padres.
-Elije un nombre, querida- le sugirió su marido – pero ella no tenía idea de algún nombre hasta que cerró los ojos por unos minutos y volvió a su niñez cuando su padre le regaló un perro y lo llamó Venus. Fue su fiel amigo y solía acompañarla a todas partes, eran como el agua y el azúcar, inseparables y lo amó mucho. Pasado tres años, el perro se había salido de casa y ella fue tras él pero era demasiado tarde: Venus fue arrollado por un camión de carga y desde ese entonces no quiso adoptar a más perros.
-Querida, ¿ya pensaste en un nombre?
-Venus… será Venus.
-Me gusta si a ti te gusta. Señor nos lo llevamos.
-Están haciendo lo correcto, señores, Venus será afortunado de estar con ustedes.
Al llegar a casa, Venus la recorrió muy emocionado saltando y agitando su cola. Tenía un pelaje liso y corto color café, de ojos azules, además era tan diminuto y adorable. Al principio, el cachorro era tímido pero al pasar los días empezó a jugar con todo lo que tenía a su alrededor.
-¡Venus, los zapatos no!
-¡Venus, deja mis calcetines!
-Venus, no… detente, ya es suficiente – susurró el señor Díaz- tenemos que disciplinarte, por lo visto serás un gran atleta, ¿te gustan las carreras, eh amiguito?
-Amor, ¿crees que Venus entenderá lo que le dices?
-Sí querida, él me entiende muy bien. Lo inscribiré a las competencias semifinales, ya verás que este amiguito será un campeón. – Venus emitió dos ladridos de emoción y lo besó en la mejilla.
-¡Primera semana de las pruebas semifinales, damas y caballeros! Hoy nos acompañan estos diez hermosos cachorros. Ellos demostrarán sus habilidades en esta gran carrera de caninos. Los primeros cinco puestos pasarán a la siguiente prueba, a medida que vayan avanzando, se descartarán uno por uno hasta llegar a los dos que competirán por las siguientes premiaciones: para el segundo puesto tenemos ¡una medalla de honor junto con 3.000 dólares! Y para el primer puesto… ¡Unas clases completas de protección animal con todos los gastos pagos y 5.000 dólares! Que gane el mejor.
-Caninos a sus posiciones, listos… ¡Ya!
En la carrera habían perros de todos los tamaños, Venus era el más pequeño del grupo, aun así era bastante hábil, podía tomar los lugares más sencillos y pasaba los obstáculos con facilidad. Un pastor alemán tomaba la delantera, Venus no se quedaba atrás porque ocupaba el 3er puesto, con la idea de llegar a la meta, pero el pastor alemán había llegado antes.
-No estés triste amiguito, tú eres mi campeón.
-Venus, para que te alegres te prepararé tu platillo favorito, lo mereces. Cielo, necesitamos descansar, el día ha sido muy largo.
Ya se acercaba el día de la prueba final, los señores Díaz entrenaron muy bien a Venus: Le hicieron pruebas de velocidad y salto de obstáculos; al cachorro lo alimentaban con muchas proteínas y lo más importante recibía mucho amor. El contrincante de Venus era el pastor alemán, cuyos dueños lo trataban a los golpes si fallaba en el entrenamiento. Si fallaba muy seguido, lo castigaban dejándolo afuera sin agua ni comida, incluso cuando nevaba. ‘¡vete al patio!, no sirves para nada’ eran las palabras que el pastor alemán escuchaban a menudo.
Llegó el día de la prueba final, las tribunas estaban llenas y los caninos en sus posiciones.
-¡Partida! – grita el animador. – El pastor alemán tomaba la delantera, pero Venus no desistía y corría con gran fuerza y valor a pesar de su corto tamaño. Se acercan al primer obstáculo y el pastor alemán hizo un salto muy elevado que el público aplaudió con agrado. Cuando Venus se aproximó al obstáculo no saltó, sino que pasó por debajo del obstáculo sin necesidad de saltar. El público a lo lejos rió a carcajadas.
Venus continúa la carrera y sube al segundo obstáculo dando un gran salto a la pista dejando atrás al pastor alemán, el público no se explicaba tal hecho.
-Eh, ¿ahora quién ríe de último?
-Cariño, ya basta – susurró - ¡Ja, ja! ¿Qué pensaban que no podía? ¡Ese es mi cachorro!
-Damas y caballeros estos caninos están dando de qué hablar y este pequeñín se las trae, es una caja llena de novedades. ¡Ya están a punto de llegar a la meta! Y el ganador es… ¡Venus rebasó al pastor alemán tomando el primer puesto! ¿No es una locura? Esto me dejo con los pelos de punta.
-¡Venus, Venus, Venus…! – decía el público de pie. El dueño del pastor alemán, por haber perdido, se acercaba a su perro para golpearlo, pero protección animal lo detuvo y lo llevaron con la policía antes de que llegara a peores. Luego tomaron al canino para darlo en adopción. Viendo esto el señor Días, tomó una sabia decisión.
-Disculpe oficial, quiero adoptarlo, mi esposa y yo estamos de acuerdo en tener a un integrante más en la familia.
-Bien pensado señor, firmen estos documentos.
Y así Venus y el pastor alemán vivieron con los señores Díaz juntos como una gran familia.
-Te llamaremos… Luke, bienvenido amigo.
Es un inmenso placer compartir mi historia con ustedes, espero que puedan disfrutarla. El mensaje que deja esta hermosa historia es: No al maltrato animal, ellos son nuestros amigos fieles y estarán con nosotros en las buenas y en las malas. Los caninos necesitan un hogar lleno de amor, ellos también sienten.
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