Como siempre, compartiendo esas hermosas creaciones literarias. Merecido tributo al ser de la creación más hemos, que pudo contemplar Adán en el Edén. Y que llega a ser en el hombre su ayuda idónea. Bueno, a veces se convierte en la desgracia idónea jajaja. No es mi caso. Tengo una extraordinaria esposa, con la cual compartiré este hermoso poema.