“Las puertas guardan secretos y si escuchas a través de ellas susurran misterios...”
¡Saludos a todos! Estoy encantado de compartir con ustedes gracias a la invitación por parte de @Hispaliterario, a quien le agradezco enormemente. En esta oportunidad, les presento una corta narrativa que los llevará por una experiencia única: "Las Puertas del Sótano..." La cual los conducirá a un mundo lleno de sorpresas. Cuatro puertas cerradas en un sótano, donde cada una oculta secretos inimaginables. A continuación, les comparto el texto para su consideración y respectivos comentarios.
Hago extensiva la invitación para que participen en esta iniciativa a @nangel01 y a @gpache. Pueden encontrar el enlace del post de invitación aquí: click aquí
Las Puertas del Sótano…
Nunca olvidaré el día que compramos esta casa. Una hermosa vivienda victoriana con un gran jardín y una pequeña piscina, pero lo suficientemente grande para nuestra familia. Mi esposo y yo acordamos vivir allí con nuestras dos hijas de seis y ocho años. Sin embargo, había que nos preocupaba: el sótano.
Ese lugar oscuro y húmedo, lleno de polvo y telaraña. Pero lo que más nos llamó la atención fue que tenía cuatro puertas cerradas, una en cada pared. El agente de bienes raíces nos dijo que eran solo habitaciones vacías y que los dueños anteriores las habían utilizado para guardar chécheres. Nos dijo que no tenía las llaves, pero que si queríamos entrar, podíamos romper las cerraduras. Preferiríamos dejarlos como estaban.
Nuestra hija menor. Sofía quedó fascinada con estas puertas desde el principio. No dejaba de preguntarnos por qué no podíamos abrirlas para poder jugar en algunas de las habitaciones. Le explicamos lo peligroso que era bajar al sótano y que allí no había nada divertido. La niña no nos prestó atención, pero cada vez que tenía la oportunidad, bajaba a mirar las enormes puertas, finamente talladas y pintadas de un color caoba claro, lo que despertaba un encanto irracional.
Una noche, mientras mi esposo estaba trabajando, escuché un fuerte golpe proveniente del sótano. Me levanté y bajé las escaleras, preocupada de que hubiese algún intruso o animal acechando por ahí. Mi ritmo era lento y nervioso. Cuando encendí la bombilla, lo que vi me puso los pelos de punta. Sofía estaba parada frente a una puerta, sonriendo de una manera inusual. Era una sonrisa maliciosa, casi diabólica. Sus ojos brillaban y parpadeaban como dos luciérnagas gigantes y sus labios se movían como si estuviera hablando con alguien.
- Sofía, ¿qué haces aquí? - le pregunté, tratando de ocultar mi miedo.
- Estoy hablando con mi amigo, mamá - respondió, sin quitar la mirada de la puerta.
- ¿Qué amigo? - le pregunté, confundida.
- Mi amigo, el de la habitación - me dijo.
- Sofía, no hay nadie en ese sitio. Es solo una habitación vacía. Vamos, sube a tu cuarto, ya es tarde - le dije, acercándome a ella para tomarla por el brazo.
- No, no quiero irme. Quiero quedarme. Él me dice que abra la puerta. - me replicó nuevamente, oponiéndose a mi orden. Quedé paralizada, sin saber qué hacer. ¿Qué le estaba pasando a mi hija? Intenté abrir la puerta, pero recordé que estaba cerrada. No sabía dónde estaba su llave, ni siquiera sabía si existía. Miré a mi hija, y vi que su sonrisa se había convertido en una mueca de rabia.
- ¡Déjame en paz! ¡No me toques! ¡Él me va a llevar a un lugar mejor! - me gritó, y por estar desprevenida, me empujó con fuerza. Caí, golpeándome la cabeza contra el filo de un escalón. Desde aquí, desdoblada y en forma de ente, me veo inconsciente tirada en el piso y Sofía con una cara totalmente paralizada. No entiendo lo que pasa, creo haber perdido el conocimiento por un momento. Una fuerte brisa en mi rostro me perturba. Al recuperarme, mi hija ya no estaba. La puerta seguía cerrada, pero oí un ruido sordo, como si algo se hubiera caído al otro lado.
En ese momento lo primero que se me ocurrió fue gritar su nombre, pero nadie me respondió. Me levanté y corrí a buscar ayuda, pero era demasiado tarde. Pasaba desapercibida. Al llegar mi esposo, lo noté aterrado. Buscaba a Sofía en lo que se había convertido el sótano, un espeluznante lugar. Abrió las otras tres puertas destrozando las cerraduras, pero no encontró nada. Solo habitaciones con olor a humedad y polvo por todas partes. Llamó a la policía, pero no pudieron hacer nada. No había pista alguna, evidencia, ni explicación a lo sucedido.
La mudanza de la casa era lo siguiente. Siempre me preguntaré qué pasó detrás de esa puerta, qué fue lo que hizo mi hija. Tal vez algún día lo sepa. Lo único que sé ahora, es que esa casa tenía algo malo. Algo oculto detrás de las puertas del sótano.
Un día, en el supermercado, me topé con la nueva dueña de la casa victoriana, ella me miró quedando paralizada, se hizo como tres veces la señal de la cruz, no entendí nada. Se puso como si hubiese visto un fantasma. La vi correr hacia un caballero que se aproximó y cuál fue mi sorpresa. El hombre era mi esposo acompañado de mis dos hijas.
Sofía al mirarme, se desmaya.
Todo se oscurece. Vuelvo en sí. Las puertas del sótano se muestran totalmente cerradas y yo atrapada en una de ellas…
J. R.M.(@siondaba)
English Version
"The doors hold secrets, and if you listen through them, they whisper mysteries.”
Greetings, everyone! I am delighted to share with you thanks to the invitation from @Hispaliterario, to whom I am immensely grateful. On this occasion, I present a short narrative that will take you through a unique experience: "The Basement Doors..." It will lead you to a world full of surprises. Four closed doors in a basement, where each one conceals unimaginable secrets. Below, I share the text for your consideration and respective comments.
I extend the invitation for @nangel01 and @gpache to participate in this initiative. You can find the link to the invitation post here:click here
The Basement Doors...
I will never forget the day we bought this house. A beautiful Victorian home with a large garden and a small pool, but big enough for our family. My husband and I agreed to live there with our two daughters, aged six and eight. However, there was something that worried us: the basement.
That dark and damp place, filled with dust and cobwebs. But what caught our attention the most was that it had four closed doors, one on each wall. The real estate agent told us they were just empty rooms, and the previous owners had used them to store odds and ends. He said he didn't have the keys, but if we wanted to enter, we could break the locks. We preferred to leave them as they were.
Our youngest daughter, Sofia, was fascinated by these doors from the beginning. She kept asking us why we couldn't open them to play in some of the rooms. We explained how dangerous it was to go down to the basement and that there was nothing fun there. The girl paid no attention, but every chance she got, she went down to look at the huge doors, finely carved and painted in a light mahogany color, creating an irrational charm.
One night, while my husband was working, I heard a loud noise coming from the basement. I got up and went down the stairs, worried that there might be an intruder or animal lurking around. My pace was slow and nervous. When I turned on the light bulb, what I saw sent shivers down my spine. Sofia was standing in front of one door, smiling in an unusual way. It was a malicious smile, almost devilish. Her eyes glowed and flickered like two giant fireflies, and her lips moved as if she were talking to someone.
- Sofia, what are you doing here? - I asked, trying to hide my fear.
- I'm talking to my friend, Mom,- she replied, not taking her eyes off the door.
- What friend?"- I asked, confused.
- My friend, from the room, - she told me.
- Sofia, there's no one in that place. It's just an empty room. Come on, go up to your room, it's late, - I said, approaching her to take her by the arm.
- No, I don't want to leave. I want to stay. He tells me to open the door, - she replied again, resisting my order. I was paralyzed, not knowing what to do. What was happening to my daughter? I tried to open the door, but I remembered it was locked. I didn't know where its key was, or if it even existed. I looked at my daughter, and I saw that her smile had turned into a grimace of rage.
- Leave me alone! Don't touch me! He's going to take me to a better place! - she shouted, and caught off guard, she pushed me with force. I fell, hitting my head against the edge of a step. From here, unfolded and in ghostly form, I see myself unconscious on the floor, and Sofia with a completely paralyzed face. I don't understand what's happening; I think I lost consciousness for a moment. A strong breeze on my face disturbs me. When I recover, my daughter is gone. The door remained closed, but I heard a dull noise, as if something had fallen on the other side.
At that moment, the first thing that occurred to me was to shout her name, but no one answered. I got up and ran for help, but it was too late. She had gone unnoticed. When my husband arrived, I noticed he was terrified. He searched for Sofia in what the basement had become, a creepy place. He opened the other three doors, smashing the locks, but found nothing. Only rooms with the smell of dampness and dust everywhere. He called the police, but they couldn't do anything. There was no clue, evidence, or explanation for what had happened.
The next step was to move out of the house. I will always wonder what happened behind that door, what my daughter did. Maybe someday I'll know. All I know now is that there was something wrong with that house. Something hidden behind the basement doors.
One day, at the supermarket, I ran into the new owner of the Victorian house. She looked at me, paralyzed, crossed herself three times—I didn't understand anything. She acted as if she had seen a ghost. I saw her run towards a man who approached, and to my surprise, the man was my husband accompanied by my two daughters.
Sofia, upon looking at me, faints.
Everything goes dark. I come to. The basement doors are completely closed, and I am trapped behind one of them…
J. R.M.(@siondaba)
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Mil gracias a la comunidad de #literatos por su apoyo... bendiciones para todos.
Excelente relato mi amigo. Cargado de suspenso y de terror.
Que bueno que te haya gustado @gpache. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos.
Las casas vividas guardan secretos que pueden atraparte, además quien no se ha quedado como un fantasma en mitad del pasillo de un supermercado con la mirada perdida intentando descifrar una etiqueta.
Tu relato de casa embrujada, sin salirse de lo esperado, a mí me consiguió atrapar, interesar y hasta sorprender.
!LUV
¡Gracias por tus palabras! Me alegra que hayas disfrutado la relato. ¡Saludos @esbat!
Al parecer ese esposo como que no fue muy leal, porque queda la duda de cuantio tiempo paso entre que ella cae en el sotano y es vista por la nueva "dueña" de la casa. Muy interesante relato, con ese ligero toque de misterio.
Muy bueno este argumento y la narración del misterioso caso de las 4 puertas del sótano; inesperado el desenlace y muy curioso el final del cuento en un supermercado. Me gustó, atrapas al lector y lo llevas de la mnano y finalmente le das un empujón por las escaleras. Saludos @siondaba
Saludos @pelulacro. Gracias por tus amables palabras sobre el argumento y la narración "Las Puertas del Sótano". Me alegra saber que te gustó y que logré mantenerte atrapado en la lectura. ¡Abrazos!