“Entre el silencio de la noche, se escuchan gritos de justicia...”
Una mirada, más allá del sueño...
La tormenta envuelve a la ciudad en una furia descomunal; es un aguacero de esos poco comunes, compuesto por centellas y relámpagos que dividen el horizonte como si el cielo se rompiera en mil pedazos. Estoy en el porche de mi casa observando ese baile de diseños casi espectacular, cuando un rayo ilumina todo a mi alrededor. Un estruendo acompañado con una luz incandescente golpea violentamente y hace temblar la tierra, sacándome de la silla. Huele a carbón requemado con pelos tostados; el olor está por todas partes, y por un segundo pensé que había pasado a mejor vida.
Pero, sobreviví.
Me dolían los brazos y las piernas. Miro hacia donde impactó el rayo, y todavía tengo el campaneo en los oídos de la explosión que ocurrió casi a mi lado. Estoy agradecido a Dios por estar vivo después de esa experiencia. Y sobre todo, después del choque electromagnético que recorrió de punta a punta mi cuerpo. Me arrastré hasta ponerme bajo el alero de una de las mitades de la pared de ladrillo, y allí me quedé, temblando, mientras la tormenta pasaba.
Los siguientes días se volvieron extraños. La vista se me agudizó en un sentido sobrenatural. Como si, de repente, la percepción del mundo se volviera más clara. Viendo cómo cada hoja, cada gota de lluvia cobraba vida ante mis ojos. Pero lo realmente extraño fue lo que sucedió en la noche cuando intenté dormir.
Al cerrar los ojos, me di cuenta de que la oscuridad no era total. Luces titilantes y corredizas se formaban, creando figuras amorfas. Entre ellas, algunas tenían una extraña calidad fantasmal. Esos episodios generaron sensaciones perturbadoras. Por eso, fui perdiendo la cordura.
La crisis existencial me abrumó. Fui a la biblioteca del pueblo y comencé a leer libros antiguos; buscaba respuestas en páginas desmoronadas, para encontrar entre sus líneas algún tipo de explicación. Pero no conseguí nada que explicara lo que me ocurría.
Hasta que una noche, en medio de un intento por conciliar el sueño, se proyectaron luces que centelleaban. Entonces oí algo que me heló la sangre. Era un rostro desfigurado con ojos vacíos y una boca abierta emulando un grito desesperado. Lo reconocí inmediatamente: era el panadero del pueblo, quien había desaparecido días atrás.
Su muerte conmocionó a toda la comunidad. Por ello, el pueblo se adentró en un miedo tal que muchos de los pobladores dejaron de circular por las noches, sumiéndose en una gran desconfianza. Nadie sabía quién era el culpable. Pero ahora, con mi extraña habilidad, tenía una pista. El panadero me miraba, suplicante. Buscaba justicia.
Por instinto, decidí seguir su rastro. Las luces me guiaron hasta un callejón sin salida, donde encontré una navaja ensangrentada. Era el arma del crimen. El panadero me mostró varios fragmentos de la fatídica noche. El horror me envolvió cuando vi al asesino; su rostro se ocultaba bajo una capucha.
Tomo nota de todos los detalles que reunía en mis sueños. Uní cabos y llegué a una decisión: ponerme a desentrañar el caso para esclarecerlo. Salí, lo busqué y, con determinación, confronté al sospechoso. El miedo brilló en su rostro, eso lo delató; él era el asesino. Todos mis argumentos fueron tan convincentes que el sujeto no tuvo otra opción que rendirse ante la justicia, dejando en el aire un cúmulo de tranquilidad entre los habitantes. El panadero, finalmente, pudo descansar en paz.
En cuanto a mí, me sorprende que un rayo haya cambiado de forma aterradora mi vida. Ahora, con la sensación implantada en mi subconsciente y un sentido agudizado, me he convertido en un guardián de secretos. Y, aunque la responsabilidad sea una gran carga, la acepto con humildad. Usaré esta habilidad para liberar almas inocentes y encontrar la verdad detrás de las sombras.
English Version
“Among the silence of the night, cries for justice can be heard...”
A glance, beyond the dream...
The storm envelops the city in a colossal fury; it’s one of those rare downpours, composed of lightning bolts and flashes that split the horizon as if the sky were breaking into a thousand pieces. I’m on the porch of my house watching this almost spectacular dance of designs when a lightning bolt illuminates everything around me. A thunderclap accompanied by an incandescent light strikes violently and makes the ground tremble, knocking me out of the chair. It smells of burnt charcoal and singed hair; the odor is everywhere, and for a second, I thought I had passed to a better life.
But, I survived.
My arms and legs were aching. I look towards where the lightning struck, and I still have the ringing in my ears from the explosion that happened almost beside me. I am grateful to God for being alive after that experience. And above all, after the electromagnetic shock that ran from end to end of my body. I crawled to get under the eaves of one of the halves of the brick wall, and there I stayed, trembling, while the storm passed.
The following days became strange. My vision sharpened in a supernatural sense. As if, suddenly, the perception of the world became clearer. Seeing how each leaf, each raindrop came to life before my eyes. But the really strange thing was what happened at night when I tried to sleep.
When I closed my eyes, I realized that the darkness was not total. Twinkling and sliding lights formed, creating amorphous shapes. Among them, some had a strange ghostly quality. Those episodes generated disturbing sensations. Because of that, I was losing my sanity.
The existential crisis overwhelmed me. I went to the town library and started reading old books; I was looking for answers in crumbling pages, to find some kind of explanation between their lines. But I found nothing that explained what was happening to me.
Until one night, in the middle of an attempt to fall asleep, lights started flickering. Then I heard something that chilled my blood. It was a disfigured face with empty eyes and an open mouth mimicking a desperate scream. I immediately recognized it: it was the town’s baker, who had disappeared days before.
His death shocked the entire community. Therefore, the town fell into such fear that many of the residents stopped going out at night, sinking into great distrust. No one knew who the culprit was. But now, with my strange ability, I had a clue. The baker looked at me, pleading. He sought justice.
By instinct, I decided to follow his trail. The lights guided me to a dead-end alley, where I found a blood-stained knife. It was the murder weapon. The baker showed me several fragments of the fateful night. Horror enveloped me when I saw the killer; his face was hidden under a hood.
I took note of all the details I gathered in my dreams. I connected the dots and came to a decision: to start unraveling the case to clarify it. I went out, looked for him, and with determination, confronted the suspect. Fear shone on his face, that gave him away; he was the murderer. All my arguments were so convincing that the man had no choice but to surrender to justice, leaving a sense of calm among the inhabitants. The baker could finally rest in peace.
As for me, I am surprised that a lightning bolt has terrifyingly changed my life. Now, with the sensation implanted in my subconscious and a sharpened sense, I have become a guardian of secrets. And, although the responsibility is a great burden, I accept it with humility. I will use this ability to free innocent souls and find the truth behind the shadows.
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Saludos y bendiciones @siondaba
Muy buen escrito, en todas sus líneas.
Recordé tanto al GABO con esto:
"...La crisis existencial me abrumó. Fui a la biblioteca del pueblo y comencé a leer libros antiguos; buscaba respuestas en páginas desmoronadas..."
Disculpa que compare.
A veces creo que necesitamos una comunidad que valore correctamente la escritura pues hay muchos escritos maravillosos que pasan sin ser notados, y aunque @literatos ayuda, a veces creo que nos quedamos cortos.
Gracias por este post.
Igualmente, saludos y bendiciones, @emiliorios. Sobre tus comentarios, me demuestras que son palabras de mucha madurez sobre el tema. Te agradezco tu visita y el apoyo. Abrazos.
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¡Oye, @siondaba!, Esos poderes que adquiriste después del rayo, ahora te convierten en un superhéroe... Me encantó ese relato de inicio a fin. Buen desenlace. Imaginé que cuando te golpeó el rayo, habías muerto y que lo que veías era el otro barrio. Pero todo cambió por el giro que le dio, el sueño premonitorio. Un abrazo y sigue escribiendo estas historias. Saludos y cariños. 😍
Saludos, @numa26. Me alegra que hayas disfrutado de la historia. Es la idea que el lector casi viva sus propias experiencias. Agradezco tu visita y comentario. Bendiciones y un fuerte abrazo.
Que buen relato, el señor acabó por volverse todo un detective gracias a sus habilidades sobrenaturales, yo pensé que le iba a tocar pelearse con fantasmas o cosas así jaja pero acabó resolviendo un crimen no resuelto del pueblo, totalmente alucinante 😲 Me gustaría de pronto obtener una habilidad así, pero para hallar tesoros ocultos 😁
Jajajajaja... Saludos, @suezoe. Qué grato es saber cuando un lector desarrolla su propia historia a través de los textos leídos, esa es la idea. Gracias por tu visita y comentario. Abrazos.
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