Poesía y Humanidades: La danza entre la razón, la emoción y la palabra

Los días 21 de marzo son considerados desde hace unos años como día internacional de la poesía, y me parece conveniente reflexionar un poco sobre la relación entre la poesía y las humanidades. Sin duda que la poesía es de las expresiones más antiguas que poseemos los seres humanos. Aunque por ejemplo con la filosofía, la poesía no siempre ha tenido la mejor de las relaciones, por eso, culpemos a Platón. Pero, eso es otra historia.

Pienso que hay una encrucijada donde convergen la razón, la emoción y la palabra. Es una especie de danza apasionada que de algún modo ha entrelazado la filosofía y la poesía en torno a las humanidades. Considero que la danza tuvo una representante de la cual siempre me emociona demasiado, hablo de María Zambrano, pues ella, siendo una suerte de pitonisa, abrazó de manera fecunda ambos mundos, el de la poesía y la filosofía. Proponiendo un nuevo modo de entender y de ver el mundo. Después de Zambrano, todo ha sido más hermoso o eso es lo que me parece.

En su libro, Filosofía y poesía, hace la distinción entre ambas corrientes, dijo que la filosofía es método y la poesía es hallazgo milagroso. Y aunque diferentes en su naturaleza, ambos sondean lo más intimo del ser humano.

La filosofía, como una suerte de brújula del pensamiento, nos invita a navegar por los mares del conocimiento. También nos impulsa a formular preguntas esenciales sobre la realidad, la existencia, la moral y la belleza. A través de la razón, el análisis y la argumentación, la filosofía nos dota de herramientas para discernir la verdad, desentrañar los misterios del universo y construir una visión del mundo.

La poesía en cambio, extraña a todo método en miras del saber, nos brinda una especie de espejo, un espejo que nos permite contemplar la riqueza y la complejidad del ser humano. Emociones y perspectivas que nos ayudan a mirarnos mejor a nosotros mismos y a nuestro lugar en el mundo, o en otras palabras la poesía se erige como la voz del alma.

La poesía, como la voz del alma, nos conmueve, nos inspira y nos eleva. A través de la belleza del lenguaje, las imágenes y los símbolos, la poesía nos conecta con lo más profundo de nuestro ser, permitiéndonos expresar emociones, explorar ideas y encontrar significado en la experiencia humana.

Con la filósofa española María Zambrano, que sin duda es una figura fundamental del pensamiento del siglo XX, aprendí a tener una perspectiva única sobre la confluencia entre la filosofía y la poesía. Tras leer algunas de sus obras, siento que Zambrano explora la dimensión poética del conocimiento, la importancia de la emoción en la vida humana y la búsqueda de la verdad como un camino de transformación personal.

Ella admiraba profundamente a Antonio Machado, y que gracias a su obra, impregnada de profundas reflexionas filosóficas podemos adentrarnos en reflexiones realmente trascendentes.

La relación entre la filosofía y la poesía es una danza viva, un diálogo fecundo de las humanidades, este enriquece nuestra comprensión del mundo y nos ayuda a ser más humanos, y tras pensar en el día de la poesía les invito a mirar un poco más desde la poesía. Siento que la poesía nos hace más humanos y cada vez que me acerco a un poema sin duda estoy leyendo algo de mí, o quizá estoy leyéndome a mi mismo.

Mantente curioso!

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