Más federalismo para más libertad

in Humanitas5 months ago

Jurisdicciones funcionales, solapadas y en competencia. Un complemento y alternativa al federalismo de hoy

Introducción: crisis de representación democrática y el colapso de los Estados de Bienestar

El liberalismo clásico procuró derribar las monarquías absolutistas con el absolutismo del constitucionalismo: colocar una ley suprema que estuviera por encima de cualquier gobernante y de cualquier otra ley. Y, para tratar de asegurarse de que así fuera, tal ley suprema debía evitar que todos los poderes del Estado recayeran en una sola persona: así, la división constitucional de los poderes del Estado en tres: legislativo, ejecutivo y judicial.

Pero hubo además otro factor de limitación de poder discutido: federalismo o unitarismo, mayor centralización del poder para obtener mayor control sobre los agresores potenciales o efectivos; o bien, menor descentralización del poder para que no hubiera un gran poder con la capacidad de oprimir a la población arbitrariamente. Hubo fuertes discusiones sobre este punto, cuando no guerras como en el caso argentino, donde estas guerras (relacionadas con quién se quedaba con el dinero de la Aduana según si el sistema era federal o unitario) duraron décadas.

Actualmente, hay unos cuantos países federales, pero no una sola “doctrina federal”: el grado de federalismo –y por tanto, de unitarismo– varía en los países. Argentina, de federal tiene el nombre y poco más debido a que el manejo discrecional del dinero para coparticipación federal convierte en la práctica a muchas de las provincias, en alto grado, en provincias vasallas; España, por otra parte, tiene un sistema de federalismo asimétrico: distintas comunidades autónomas tienen distintas prerrogativas respecto al Estado central; y Suiza es probablemente lo más federal que existe, federalismo que lleva al punto de una alta participación de democracia directa para asuntos tanto locales como federales.

Países federales https://es.wikipedia.org/wiki/Federalismo

Ventajas del federalismo

Disminución del riesgo de alto despotismo por la mayor capacidad de votar con los pies yéndose a otra jurisdicción.

Políticas más flexibles: cuanto más grande sea un grupo de personas sobre el que se realizaran políticas únicas, mayores son los subgrupos con diferentes deseos y necesidades, tanto por diferencias culturales como económicas, pero el federalismo permite políticas más localizadas y más específicas.

Provisión más eficiente de servicios públicos: más federalismo significa más variedad de provisión de políticas públicas, y esto incrementa el número de opciones disponibles para votar con los pies, esto es, para mudarse a donde uno crea que hay mejores políticas sin cambiar de país, sea que hablemos de individuos o de empresas, y la existencia de muchas opciones de mudanza es algo que los políticos están obligados a tener en cuenta cuando tomen sus decisiones; también se mejora el conocimiento de los ciudadanos respecto al funcionamiento de su respectiva unidad política al tener más unidades políticas con las que compararlas, además de que esta competencia puede ser tanto horizontal, o sea, al mismo nivel de unidad política, como también vertical.

Más innovación: a mayor localidad, más control y capacidad de observación de los cambios en distintos aspectos de políticas públicas, así como más recompensas para los buenos innovadores pero con poco daño ocasionado por los intentos fallidos de innovación, y las innovaciones exitosas que no lo sean por algo muy específico para las necesidades de una sola localidad podrán ser copiadas rápidamente por todas las demás que reúnan las condiciones para su realización.

Nueva propuesta: el superfederalismo

Lo de super lo digo yo, pero en fin, Reiner Eichenberger y Bruno S. Frey han propuesto un nuevo sistema que mejore lo mejor del federalismo y disminuya sus desventajas, advirtiendo los autores que el federalismo no es un sistema perfecto pero que, dado que ninguno lo es, el sistema que se adopte debe basarse en compararlo con lo que existe y no con un sistema ideal perfecto. Este sistema puede no proveer siempre efectividad total por sí mismo (por ejemplo, en eliminar por completo las externalidades negativas), pero sí incrementará la efectividad ya existente y la búsqueda empresarial para incrementarla.

El ensayo o artículo que propone un sistema opuesto a los Estados actuales que son definidos como jurisdicciones todo-propósito porque regulan todo cuanto se defina como de interés público, se llama en inglés Functional, overlapping and competing jurisdictions (FOCJ): A complement and alternative to today’s federalism. Traducido: Jurisdicciones funcionales, solapadas y en competencia. Un complemento y alternativa al federalismo de hoy. No es un nombre marketinero, pero simplemente podemos dejar ese nombre como la descripción de un superfederalismo (y el prefijo “super” no implica que sea el máximo federalismo posible).

¿Qué son estas jurisdicciones funcionales, solapadas y en competencia?

Las jurisdicciones serían las nuevas unidades políticas gubernamentales, con poder coactivo y de cobrar impuestos, pero con reconocido derecho de secesión para individuos o comunidades para adscribirse a otras jurisdicciones. Además, las jurisdicciones no tienen que ser necesariamente las proveedoras y creadoras de los servicios ofrecidos: pueden ser simplemente las que elijan, flexiblemente, cuáles productores de determinados servicios son los mejores para ellas.

Que sean funcionales quiere decir que el tamaño de cada jurisdicción se corresponde con el área geográfica de las tareas por hacer, y no por fronteras tradicionales, arbitrarias, o casuales. Así, los servicios específicos son pagados sólo por la específica gente que los usa y esto permite la creación de soluciones mejor ajustadas a sus necesidades económicas; esto es, disminuye grandemente los problemas tanto de externalidades como de pequeñez económica por un lado, y de economías de escala grande por otros, y reteniendo flexibilidad para adaptarse a los cambios de demanda de los ciudadanos o a las variaciones de oferta por innovaciones técnicas.

Solapadas refiere a que en una misma área coexisten distintos proveedores de distintos servicios.
Por ejemplo, en la ciudad donde hay distintas escuelas privadas también hay vías férreas por un proveedor sin conexión política o empresarial directa con los proveedores de escuelas de esa ciudad, y esas vías cubren un área mucho mayor que esa ciudad, y esas dos jurisdicciones, la jurisdicción educativa y la ferroviaria, pueden ser a su vez de distinta geografía y población que la o las jurisdicciones de proveedores de servicios de medicina de todos los que usan los trenes y escuelas de esas dos jurisdicciones.
Las diferentes extensiones de las jurisdicciones, al depender sus áreas geográficas de influencia de las tareas a realizar, no pueden mostrarse en un único mapa: el efecto es como el de apilar hojas de papel una encima de otra de diferentes formas y tamaños; o cómo las calles por las que circulan los autos también sirven para colocar postes que llevan los cables eléctricos y por debajo de las calles van tuberías. No queda una sola unidad gubernamental para proveer todo en una sola área (esto aún sería posible, pero seguramente poco frecuente).

Competencia refiere a que las personas o comunidades pueden elegir a qué jurisdicciones pertenecer y hay libre entrada y salida de oferta de jurisdicciones, o sea, de servicios llamados públicos.

Ejemplo con Andorra




][ https://www.andorrainc.com/sanidad-andorra/ https://andorrainsiders.com/educacion-en-andorra-sistema-educativo/ https://mcaandorra.com/es/viviendo/educacion/

Captura de Google maps

Un ejemplo que se me ha ocurrido está referido a la situación de Andorra, un microestado, por lo que facilita pensar cómo podrían unas comunidades elegir servicios: imaginemos que a los andorranos les gusta el sistema educativo de Cataluña y deciden "contratar" al ministerio de educación de Cataluña o equivalente para poner la escuela local de Andorra bajo su jurisdicción educativa; se determina entonces cuánto pagan por escuela estatal los catalanes y ese será el precio que pagarán los andorreños por estar bajo la jurisdicción educativa catalana.

Pues bien, en Andorra ya ocurre algo parecido: hay tres sistemas estatales por los cuales los padres pueden elegir llevar a sus hijos a educarse: el francés, el español, y el andorrano; y también está el sistema privado inglés del British College.
Referido a la salud, similarmente, la jurisdicción estatal andorrana de salud, o sea el Estado multipropósito, no provee el servicio de salud únicamente, sino que también tiene conveños con otros proveedores, los estados de España y Francia, para sus ciudadanos, que sirve por ejemplo para las especialidades médicas que en Andorra, por su tamaño poblacional, es improbable que tenga alguna vez. Esto mismo que hacen estos Estados todo-propósito podrían hacerlo jurisdicciones que sean exclusivamente de medicina.

El fetiche de los mapas políticos

https://es.wikipedia.org/wiki/Liechtenstein

Para entender plenamente este sistema hay que librarse de la trampa de los mapas políticos: olvidarse de las fronteras definidas políticamente para así concentrarse en las jurisdicciones funcionales, solapadas y en competencia. No hay razón funcional para que, si hay voluntad de ambas partes, no decida la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, ponerse bajo la jurisdicción educativa de Uruguay si la comunidad de porteños la prefiriera sobre la que ha estado dando el gobierno de la ciudad hasta ahora: hay razones políticas, porque difícilmente algún gobernador de la ciudad querrá de buen grado resignar ese poder de monopolio educativo.

No hay razón funcional para que una ciudad de la provincia de Formosa no pueda quedar bajo la jurisdicción de energía eléctrica del país limítrofe Paraguay si los ciudadanos formoseños pensaran que así obtendrían mejor y más barata electricidad que la que reciben del gobierno nacional o provincial argentino.

Pero está este fetiche de la geografía, que da una imagen de esa abstracción llamada Estado, que haría que probablemente sea una traba mental para los ciudadanos de la ciudad de Buenos Aires o los formoseños que quieran adscribirse a esos servicios aunque sí pensaran que son mejores los dados por este otro par de países. Una lealtad fabricada sobre todo escolarmente y por otros medios por los políticos, que quieren tener a las poblaciones de sus territorios domesticadas, y domesticadas quiere decir que paguen alegremente sus impuestos y que no quieran irse a otros países, o que sólo se vayan los indomesticables para que no contaminen al resto. Y en que no quieran irse a otros países también está el que no quieran adscribirse a los servicios públicos de otros países como lo que he estado explicando.

De no ser por esa imagen mental de un país proveído por los mapas políticos, seguramente muchas personas a las que esto les repulse lo verían con mejores ojos. En los microestados este poder de los mapas políticos está disminuido porque, para prosperar, a sus ciudadanos no les queda otra que ser bastante abiertos, por lo menos, al comercio, y tal vez también a utilizar servicios de otros países, como en Andorra o en Lichtenstein (ya nadie nace en Lichtenstein sino en Alemania o Suiza porque no hay sala de maternidad [

]) https://es.wikipedia.org/wiki/Liechtenstein#Demograf%C3%ADa

Finalizando

Los chovinistas gritan alto e incluso entre muchos no chovinistas hay algo de nacionalismo insano por sus instintos tribalistas azuzados por un Estado en su favor, así que ningún político común, incluso si le gustara la idea, la propondría por temor a perder la popularidad que necesita para ganar elecciones, además de que estaría admitiendo su propia incapacidad para mejorar los servicios de los cuales los ciudadanos querrían salirse. Así, es probable que para que este sistema se expanda deba partir de comunidades pequeñas que lo exijan, en especial donde haya crisis o muy mala provisión de servicios estatales locales lindantes con otros lugares donde haya unos mejores para que los ciudadanos clamen por tener los de las jurisdicciones lindantes.

Pero el otro camino es el aprovechar justamente los nacionalismos: este sistema es uno que permite secesiones parciales para los territorios que quieren secesionar pero no tienen reconocido el derecho a hacerlo por el Estado superior a ellos, pero quizá puedan obtener la fuerza política suficiente para obtener autonomía jurisdiccional sobre alguno de los servicios públicos que da ese Estado superior alegando que los ciudadanos del lugar potencialmente secesionista, por ejemplo, Cataluña, podrá elegir adscibirse a los servicios españoles de por ejemplo educación, pero los que lo desean podrán tener los de Cataluña, o Andorra, o Francia si estos consienten.

https://www.sportingnews.com/ar/futbol/news/boca-river-historial-partidos-superclasico/saopdqtkyvjm1jreykkt0tcl

Finalmente, un último aspecto explicativo y persuasivo es la similaridad de este sistema con los de clubes. Cuando una persona se afilia o asocia a un club, lo hace por las prestaciones o servicios que este club provee, y los clubes pueden ser de los más variados, tanto en los servicios proveídos como en la calidad con que se proveen los mismos servicios.