La incongruencia de status en la conducta del venezolano.

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Los cambios en la manera de realizar mis compras de alimentos o de productos básicos para la vida cotidiana de mi familia han cambiado notablemente por las condiciones de la pandemia del Covid 19 y por la ausencia de combustible en mi país. Esa nueva realidad me ha permitido recorrer caminando los sectores de las principales avenidas comerciales de mi ciudad. Tanto en las semanas de flexibilidad de cuarentena como en los días de cuarentena rígida he observado una gran cantidad de personas abarrotando los negocios y un inusual repunte de actividad económica.

Al principio las personas hacían colas en las tiendas de abarrotes, supermercados y en los popularmente conocidos como los chinos, así con en las ferias de comidas. Pero recientemente eso ha cambiado. Ahora observo colas en los negocios donde venden Smart phones, árboles de navidad, dulces importados, y una serie de productos que podrían considerase como de lujo u ostentoso. Igual sucede en las redes sociales el incremento de fotos de personas degustando chocolates de 12$, dulces y tortas ha sido notable. Esa situación me llevo a formularme algunas interrogantes como ¿Si estamos en una sociedad en crisis por que gastamos en lujo? ¿Si no tienes suficientes ingresos por que no ahorras? ¿Si vas a gastar porque no hacerlo en cosas productivas para tu hogar o familia? ¿Por qué los socialistas gastan igual que los capitalistas? En la búsqueda de respuestas a este comportamiento, para mi inusual, de una sociedad en crisis como la nuestra me llevo a encontrarme con el sociólogo Alemán Peter Heinz y su postulado teórico conocido como La incongruencia de status

Para este destacado sociólogo las personas desarrollan un “resentimiento social” por la falta de reconocimiento social de las demás personas. Este resentimiento surge por igual si tienen buenas posibilidades económicas o están en precarias condiciones económicas. No es un tema de dinero sino de reconocimiento.
Ya Rafael Echeverria lo planteaba cuando señala que todos somos seres que pertenecemos a un sistema social y este influye en nuestra conducta.

La incongruencia de Status provoca un sentimiento de falta de equidad o de envidia que conduce a la persona que se siente menos favorecido a actuar de manera irracional. En lugar de fijarse en cuánto gana, al saber que su vecino obtiene un beneficio mayor, prefiere perder su dinero con tal de que el otro no gane más u ostente más. Ese mecanismo explica muchas veces la génesis de la conducta socialmente toxica: “Prefiero vivir peor de lo que actualmente vivo, con tal de que otros no estén mejor que yo".

Estas teorías quizás sirvan para explicar un poco esa conducta de cientos de venezolanos que suben fotos en sus redes sociales ostentando una vida de lujo y de gastos cuando su realidad es totalmente opuesta.
También pueda servir para explicar por qué muchos de nuestros conciudadanos cuando están en la largas colas para surtir gasolina, o para adquirir el gas doméstico e inclusive los adultos mayores cuando hacen las infrahumanas colas para cobrar su mísera pensión pero luego que logra su objetivos les dicen a sus amigos jodete que ya yo tengo, y se van sonrientes.

Quizás en estos momentos de angustias y de desesperanza muchos venezolanos lo que desean es ser tomados en cuenta por los lideres, por los entes gubernamentales y hasta por sus vecinos, demandan cariño y amor de prójimo. Es tiempo de volver a la solidaridad, a los valores de familia y compañerismo

Coach Norberto Peña. Maturín Venezuela
Artículo original y la imagen creada en canva con fotos libre