






Today I want to share some photos that I really liked. The funny thing is that they weren't planned at all. They came about during a quick stop, right next to the avenue, while I was sending a message to my family. It's something that has become a habit: every time I go on a trip, especially if it's on a motorcycle, I write to my mom, dad, and sister to let them know I'm on my way. It's a simple gesture, but one full of love. I like them to know that I'm okay, that I've set off, that I'm in good spirits. It's like a little ritual that connects me to them before each adventure.
During that brief pause, we took the opportunity to adjust our scarves, stretch our legs a little, and, as always, I fixed my hair, which had been messed up by the wind. The place where we stopped had something special about it. Although it was just a corner by the side of the road, the natural setting felt fresh, almost as if it had been waiting for us. The tall pine trees, the greenery surrounding us, the clean air... everything came together to give us a beautiful, unpretentious moment.
And it was there, amid laughter and last-minute adjustments, that these photos were taken. There were no rehearsed poses or prepared backgrounds. Just us, the landscape, and that moment that became magical without us even looking for it. I love them because they reflect just that: naturalness, spontaneity, the everyday that becomes special when you share it with people you love.
Sometimes the best memories are born in the simplest moments. You don't need a big production or an exotic destination. All you have to do is stop, breathe, look around, and let yourself be surprised. These photos remind me that beauty lies in authenticity, in the unplanned, in what simply happens.
Thank you for joining me on this little journey. I hope that when you see them, you also feel a little bit of that freshness, that affection, that connection that accompanies me every time I go out to shoot.
Hoy quiero compartir unas fotografías que me gustaron muchísimo. Lo curioso es que no fueron para nada planeadas. Surgieron en una parada exprés, justo al lado de la avenida, mientras enviaba un mensaje a mi familia. Es algo que ya se ha vuelto costumbre: cada vez que salgo de viaje, especialmente si es en moto, les escribo a mi mamá, mi papá y mi hermana para avisarles que estoy en camino. Es un gesto sencillo, pero lleno de cariño. Me gusta que ellos sepan que estoy bien, que ya arranqué, que voy con buena energía. Es como un pequeño ritual que me conecta con ellos antes de cada aventura.
En esa breve pausa, aprovechamos para acomodarnos las pañoletas, estirar un poco las piernas y yo, como siempre, para arreglarme el cabello que el viento ya había despeinado. El lugar donde nos detuvimos tenía algo especial. Aunque era solo un rincón al borde de la vía, el escenario natural se sentía fresco, casi como si nos hubiese estado esperando. Los pinos altos, el verdor que nos rodeaba, el aire limpio… todo se alineó para regalarnos un momento bonito, sin pretensiones.
Y fue ahí, entre risas y ajustes de último minuto, que surgieron estas fotos. No hubo poses ensayadas ni fondo preparado. Solo nosotras, el paisaje y ese instante que se volvió mágico sin que lo buscáramos. Me encantan porque reflejan justo eso: la naturalidad, la espontaneidad, lo cotidiano que se vuelve especial cuando lo compartes con personas que quieres.
A veces, los mejores recuerdos nacen en los momentos más simples. No hace falta una gran producción ni un destino exótico. Basta con detenerse, respirar, mirar alrededor y dejarse sorprender. Estas fotos me recuerdan que la belleza está en lo auténtico, en lo que no se planea, en lo que simplemente sucede.
Gracias por acompañarme en este pedacito de viaje. Espero que al verlas, también sientas un poquito de esa frescura, de ese cariño, de esa conexión que me acompaña cada vez que salgo a rodar.
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Hermosas fotografías amiga, sinceramente se ve muy lindo eso, ya que los colores juegan un factor importante a la hora de observar tan bonito paisaje, además ustedes muy top para la foto.
Tengo unas fotos similares, pero estando en carro, ya que es una parada que hacemos también para que Atilio dejé su firma en el Trabajo antes de partir a Cumaná, aunque tiene un parecido con ese lugar el cual es las afueras de la coca cola en Maturín.
Saludos amiga bella @enovf
¡Los mejores recuerdos vienen llenos de espontaneidad @enovf! Hermosas capturas.
¡Vas a buen ritmo, sigue así! 🚀🍂
#Hive14Challenge