La verdad me conmovió; es decir, hay que ser de piedra para no llorar en un momento así.
Las almas de un país golpeado estaban en Tokio con ella. Para la historia.
Un abrazo.
La verdad me conmovió; es decir, hay que ser de piedra para no llorar en un momento así.
Las almas de un país golpeado estaban en Tokio con ella. Para la historia.
Un abrazo.