¡Vaya! Muy buena historia, jamás habríamos pensado ver a un GMI haciendo trampa; creemos en la gran presión que sienten estos jugadores, cuando están frente al público jugando sus partidas...
Por supuesto, jamás justificaríamos tal comportar, puesto que el ajedrez es un deporte de caballeros; sin embargo, comprendemos la presión de representar un país y a unos patrocinantes. Saludos y muy buena entrada..!