Estamos hablando de dos jugadores cuyos antecedentes, y no precisamente de los buenos, los preceden. Ambos tienen graves problemas fuera de la cancha y lamentablemente la historia nos cuenta que prácticamente todos los jugadores con este perfil terminan mal. Tenemos ejemplos de sobra y no hace falta un repaso para darnos cuenta de que la conducta, la actitud, la constricción al trabajo y al equipo son mucho más fuertes que la desfachatez, la falta de humildad y la juerga, aunque se tengan los elementos técnicos ideales para sobresalir en este competitivo mundo del fútbol.
Saludos @javyeslava.photo, excelente.