Saludos @hosgug
Comparto su opinión al respecto de las historias extradeportivas que se pretenden vender para que se hable de Fórmula 1, pero desde una perspectiva conflictiva y farandulera. No hay que ignorar que la Fórmula 1 y Netflix producen la serie Drive to Survive que ha dejado millones de dólares en ganancia vendiendo más ficción que realidad. Sobre la pista no hay más que Max Verstappen y el resto, lo cual no critico porque en el deporte deben ganar los mejores. Para observar variedad está la Fórmula 2.
Sobre la IndyCar y el contraste, se debe señalar que esta categoría es cuasimonomarca, un chasis, que tiene doce años de vigencia, y dos motores cuyo desarrollo ya no da para más. Apenas este año se va a introducir el sistema híbrido. Acá es obvio que prevalece el talento del piloto y la sagacidad de los ingenieros por sobre el monoplaza, que básicamente es el mismo para todos, pero de igual manera la balanza suele inclinarse hacia Team Penske o Chip Ganassi Racing, dos de los equipos más poderosos de los Estados Unidos.
La carrera en San Petersburgo tampoco resultó muy entretenida, Josef Newgarden se mostró muy superior desde el sábado. Peor aún es que la carrera coincidió con la MotoGP y el partido entre el Liverpool y el City, alternativas donde hubo más emoción.
Entiendo tu punto de vista, justamente eso hace que sea una categoría más pareja, el cierto que hay algunos equipos más poderosos que invierten más dinero y tienen una mayor cantidad de vehículos en pista sin embargo siempre hay lucha en la punta y también en los puestos de más atrás, es indiscutible y también impredecible.
Respecto a Newgarden ciertamente en esta fecha se mostró dominador, pero eso puede cambiar totalmente para la próxima carrera, hay 10 o 12 pilotos que pueden ganar la próxima. Mi publicación apunta a eso, en la F1 a menos que ocurra un milagro, los Red Bull y Max Verstappen continuarán ganando sin mayores inconvenientes.
Sí, en la Fórmula 1 el dominio de Max Verstappen y de Red Bull se debería mantener hasta el 2026, en teoría debe ser así porque a partir de allí inicia la sociedad Red Bull-Ford y los americanos representan una gran incógnita.
Por más que la IndyCar pretenda imponer paridad, a la hora de decidir el título la dualidad Penske-Ganassi ha triunfado en 16 ocasiones en los últimos 17 años, pero lo bueno en este caso es que los pilotos de tales equipos suelen repartirse las victorias a lo largo de la temporada.