Todos en la vida tenemos un día en especial y ese día de la fotografía, fue uno de esos días memorables para mí.
A pesar que ya han pasado más de 24 años anhelaría pasar otro día como esos. Edith la cantante, por muchos años después de ese día me decían en el colegio.
Todo comenzó con una mañana en la que mi maestra de 6to grado nos dijo, hay un festival y quiero que algunos de ustedes participen. Por dentro a mí me dieron muchas ganas de participar, pero como yo era una niña muy retraída, en realidad todo me daba pena y yo misma me decía ¡es lógico que no participaras!. En fin yo estaba por allá en un rincón del salón solo escuchando a mi maestra hablar sobre ese famoso festival que sería en otro municipio en fin todo se escuchaba muy bonito, pero yo no manifestaba ningún tipo de emoción.
Al día siguiente la maestra nos dice a todos ¿A quién le gustaría participar en el festival?, los compañeros de salón los más salidos se colocaron al frente; la maestra les dice que cada uno fuera cantando una música para ver que tal tenían la voz y ninguno de los que estaba al frente tenía siquiera disciplina para cantar.
La maestra vuelve a preguntar ¿a quién le gustaría participar? Y nadie mas dijo nada. Ella tomo la decisión de que pasaría por cada uno de nuestros pupitres y debíamos cantarles un poco de algún canción que supiéramos, así no quisiéramos ir al festival.
Fue pasando uno a uno, yo estaba muy nerviosa en mi mente pasaban muchas canciones pero todo era vallenato y algunas románticas, pues eso era lo que se escuchaba en casa en esos tiempos. Pero de repente se me vino a la mente una música que colocaban en un canal de tv casi siempre temprano en la mañana y a pesar de que no era mucho lo que me sabia bueno casi me hago pis cuando la maestra se acerca a mi pupitre y me dice ¿tienes algo para cantar?, yo trague grueso y empecé, “llevo tu luz y tu aroma en mi piel y el cuatro en el corazóooon” bueno a la maestra se le aguaron los ojos y me dice muy bajito, ¿te gustaría representarnos en el festival?. Yo estaba muda y le dije ¡debo preguntarle a mi mamá!.
En casa cuando le dije a mi madre, ella se reía un poco porque su hija la que no hablaba, la que había que sacarle la palabras de la boca, participaría en un festival donde irían cintos de personas era increíble para ella.
Nosotros vivíamos en ese entonces en una finca, mi padre era obrero y no teníamos como comprar la ropa, zapatos y sobre todo para el peinado para ese día. Durante los ensayos la maestra iba tomándome las medidas y todo lo demás. Cuando llego el día nos citó a un lugar donde ya estaba listo el liquiliqui los zapatos y luego nos llevó a una peluquería en el centro de la ciudad para que me maquillaran y me hicieran el peinado. Yo me sentía muy bien, en mi vida me había puesto unos zapatos tan blancos y sobre todo que me hicieran peinado en un lugar donde iba gente rica.
Aquella noche, llegó mi turno de participar y al montarme en el escenario no veía gente todo lo veía blanco, lo más importante era que debía concentrarme y cantar al ritmo de la pista y dejar en alto a la escuela con mi voz que hasta ahora considero que no canto bien pero no sé ni cómo lo hice. Todos esos aplausos luego de finalizar aquella canción que interprete Carrao Carrao, de Reyna Lucero aun los recuerdo.
Que buenos recuerdo ha traído a mi mente este concurso Jueves de TBT.
Hasta pronto.