Sí... es insoportable, pero al conocer esos sitios remotos tan espectaculares, se te olvida un poco el sufrimiento por el frío jeje. Curiosamente una de las noches que salí a orinar no se sentía tanto frío afuera, dentro de la carpa estaba más helado, y tuve la oportunidad de ver un cielo estrellado, bellísimo.
Gracias por contar tu experiencia por allí y por tus alentadoras palabras, ¡saludos!