Cada verano era diferente, pero había algo que no cambiaba en ese pequeño pueblo donde vivía, la feria de atracciones donde siempre venia la rueda de la fortuna.
Por años estuve codiciando montarme en esa rueda, pero mi mamá nunca lo permitia decía siempre que estaba muy pequeña y que esa rueda era peligrosa e insegura.
Pero como todo lo restringido hay estaba yo, ese verano intentando subir a la rueda, pero era imposible no solo porque no tenía la estatura, sino que para estás vacaciones mamá no me daría dinero para diversión.
Me sentía molesta ese día en clases, todos hablaban sobre la feria y mostraban sus tickets, mientras yo no podía disfrutar de ese lugar por culpa de mi madre.
Salí de la escuela, directo a casa, mamá aún no llegaba de su turno del trabajo, así que decidí preparar un sándwich, mientras lo hacía alguien toco la puerta.
Al abrir no había nadie, extrañamente solo había un globo que flotaba y en la cinta de este un ticket para subir a la rueda de la fortuna, mire a todos lados, no lo podía creer, mi deseo se había hecho realidad.
Al anochecer mamá llamo para decirme que no vendría a casa, así que era mi oportunidad de ir a la feria, si que ella se enterará, por lo que me vesti y me dispuse a llegar al lugar.
La noche se veía tenue y se sentia triste, era una sensación escalofriante, sin embargo eso no me detuvo, tome mi ticket y salí dispuesta a vivir mi aventura.
Al llegar a la feria había mucha gente, pero el clima nublado no ayudaba mucho, no había mucha gente, camine un buen rato para conocer el lugar y al final de la noche llegué a la rueda de la fortuna.
Al subir alguien extraño se subió junto conmigo, el solo ver la persona sabia que nada estaría bien, este me miró con unos ojos color fuego y una sonrisa macabra.
Estaba asustada, quería bajar pero la rueda arranco y ese ser extraño seguía junto a mi, me miraba fijamente y no dejaba de sonreír.
Cuando llegamos a la parte más alta de la rueda, este extraño ser extendio su mano frente a mi y me dijo; -vengo por el pago de tu ticket-
Aquel día no baje de la rueda, mi fortuna se había acabado, ahora era parte de esta para siempre, dando vueltas una y otra vez por el resto de mis días.
English
The wheel of fortune
Every summer was different, but there was one thing that never changed in the little town where I lived: the funfair, where the Ferris wheel always came.
For years I longed to ride on that wheel, but my mom never let me. She always said I was too small and that the wheel was dangerous and unsafe.
But like everything that's restricted, there I was, that summer trying to get on the wheel, but it was impossible, not only because I wasn't tall enough, but also because my mom wouldn't give me money for fun this vacation.
I felt upset that day in class. Everyone was talking about the fair and showing off their tickets, while I couldn't enjoy that place because of my mother.
I left school and went straight home. My mom hadn't come home from work yet, so I decided to make a sandwich. While I was doing that, someone knocked on the door.
When I opened it, there was no one there. Strangely, there was only a balloon floating and on it was a ticket to ride the Ferris wheel. I looked everywhere. I couldn't believe it. My wish had come true.
At dusk, my mother called to tell me she wouldn't be coming home, so it was my chance to go to the fair. She would find out, but I got dressed and set out to get there.
The night was dim and felt sad, it was a chilling sensation, but that didn't stop me. I took my ticket and went out ready to live my adventure.
When I got to the fair, there were a lot of people, but the cloudy weather didn't help much. There weren't many people, so I walked around for a while to get to know the place, and at the end of the night, I arrived at the Ferris wheel.
As I got on, a strange person got on with me. Just by looking at him, I knew that something was wrong. He looked at me with fiery eyes and a macabre smile.
I was scared. I wanted to get off, but the wheel started turning, and that strange being was still next to me, staring at me and smiling.
When we reached the top of the wheel, this strange being held out his hand in front of me and said, “I've come for payment for your ticket.”
That day, I didn't get off the wheel. My fortune had run out. Now I was part of it forever, going round and round for the rest of my days.
Original content authored by me
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Siempre hay que tener cuidado con lo que se desea y pedir detalladamente, además de mirar que no haya consecuencias negativas como esta... terrible el final. Muy buena historia!! Muchas gracias!!
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Un globo extraño con un ticket de procedencia dudosa, ¿que podria salir mal? jajaja su deseo de ir a la rueda de la fortuna le bloqueo el sentido comun y bueno, ahora estara alli por el resto de su vida 😲 terrible final, pobre, solo queria divertirse, pero hay muchas entidades malignas alli afuera que estan esperando el mayor momento de vulnerabilidad para atacar... 👻
Una historia muy escalofríante, hay ciertas cosas en la vida que pueden hacernos mucho daño. El final de la protagonista en la rueda de la fortuna lo demuestra.
Gracias por compartir tu historia de escalofríos con nosotros.👻
Excelente día con muchos espantos.